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Entrevista a Las hijas de Felipe

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Retrato de Las hijas de Felipe, Carmen Urbita (izquierda) y Ana Garriga (derecha)

Carmen Urbita Ibarreta y Ana Garriga Espino son investigadoras en estudios literarios hispanos de los siglos XVI y XVII y preparan un doctorado en la Universidad de Brown. Puede que sus nombres os digan poco. Pero si añadimos que son Las hijas de Felipe… El podcast de moda que revisita el barroco de manera desprejuiciada y con perspectiva de género aborda, tal como ellas mismas afirman: “Cotilleos históricos, dramas barrocos, vidas olvidadas. Monjas, demonios, embustes, alquimia, recetarios, oro. Dos amigas siamesas recuperando para ti el bling bling de los siglos XVI y XVII y conectándotelo con este presente ajetreado”. Bilocadas como estamos todas (véase el episodio homónimo), hacemos una videoconferencia entre Rhode Island y Madrid. A pesar del cansancio de las doctorandas y del desfase horario (allí son las 9h, aquí las 15h) nos cuentan todos sus secretos de alcoba.

Beatriz Sánchez Santidrián: Empecemos por el principio. Para arrancar con buen pie la entrevista y seguir con vuestra tradición (aunque cambiando la fórmula, porque allí es muy pronto todavía): ¿qué habéis desayunado hoy?  

Carmen. Yo no he desayunado porque primero “hago los líquidos”; he tomado agua con jengibre y limón, más vasos de agua, y he hecho yoga.

Ana. Yo sí he desayunado porque he tenido terapia a las 6.30 de la mañana (¡aquí no se descansa!). He desayunado un café (este es el segundo) y avena con un poco de miel, arándanos y nueces. Suelo ponerle semillas de chía, pero ahora no tengo y le he puesto nueces; así es un poco más nutritivo.

Las verdaderas hijas de Felipe II, las infantas Isabel Clara Eugenia y Catalina Micaela, en un retrato anónimo de la Hispanic Society de Nueva York.

BSS: Ya entrando en materia… En vuestro podcast ponéis muchísima atención en la cultura material. Habláis de objetos, de prácticas, de “cositas”, como os gusta decir, que suelen quedar relegadas a los márgenes de los estudios académicos tradicionales. La mayoría de estas “cositas” tienen mucho que ver con el cuerpo, como la particular relación de ciertas monjas con la comida, los dildos de cristal de Murano que usaban en la Venecia de la época, el consumo de drogas en los conventos barrocos españoles o las prácticas de travestismo en la España virreinal. Incluiría también aquí la importancia de la escritura, a través de las cartas y de todo tipo de textos, como tratados y manuales, que rescatáis en todos vuestros episodios.

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