Renault vs. Toyota
A través de este extraordinario enredo de arquitectura industrial se ha constituido una verdadera ciudad dentro de la ciudad. En este contexto, inicié una serie titulada Arqueología urbana. En esta serie, la fábrica-ciudad es considerada como un organismo vivo, de múltiples facetas.
La composición es fragmentaria, concebida esencialmente con líneas horizontales y verticales. La proliferación de las materias, de los colores y de las huellas, refuerza una impresión de all-over y permite al ojo escudriñar cada una de las parcelas de la imagen. Los planos son aplastados, laminados, provocan colores lisos y, de hecho, desjerarquizan todos los elementos de la fotografía. Ya no existe primer ni segundo plano, ni tema principal.
La teatralización de lo que se representa hace bascular de forma insensible estas fotografías en un intervalo temporal. Coexisten varios niveles de lectura, ya sean de carácter documental, plástico, social o arquitectónico. De este modo, por un lado, la fotografía propuesta informa y documenta mediante una enumeración precisa de los lugares y, por otro lado, multiplica los códigos y los signos que dan sentido en una lógica pictórica más propia de la historia de la pintura.
Las fotografías de las fábricas Renault de Boulogne-Billancourt se tomaron en dos tiempos con diez años de diferencia. Una primera serie en 1993, justo después de la parada de las cadenas de producción. La segunda se hizo en 2003, justo antes de su completa demolición.
A principios de los años 2000 se construyen las fábricas Toyota, es decir, casi un siglo después de la construcción de las fábricas Renault. Al mismo tiempo, asistimos a una profunda crisis de la verdad y a una quiebra de la representación. Aunque el carácter documental está todavía presente en numerosas fotos, la simple celebración de la belleza ya no es suficiente en nuestros días. Ya no podemos, como ayer, fijar un sentido, imponer un punto de vista único.…
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