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Repaso al año Picasso

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Picasso: Sin Título. La Casa Encendida / Estudio Perplejo

El pasado 8 de abril se cumplía el cincuenta aniversario del fallecimiento de Pablo Picasso, “el artista total”. Aprovechando tan destacada fecha, la programación cultural de 2023 ha girado en torno a la celebración de su figura. Con agendas tan sobrecargadas de exposiciones y actividades como aquellas con las que los museos procuran atraer a sus públicos, en muchas ocasiones el mundo de la cultura debe buscar entre efemérides y aniversarios; de modo que no se iba a dejar pasar una ocasión tan señalada para conmemorar (no sin revisar) la obra del genial y polémico artista.   

Picasso resulta siempre interesante, por su obra propiamente dicha pero también porque su figura reúne muchos aspectos que vertebran la historia del arte moderno y contemporáneo. Sobre Picasso todos tenemos anécdotas que contar. En torno a este artista se han planteado también oposiciones importantes, muchas veces forzadas o artificiales; entre ellas, la que considera a Picasso como héroe del arte moderno, sobrepasado por y contrapuesto a Marcel Duchamp, padre del arte conceptual, del arte contemporáneo.

50 (o casi) son los eventos, expositivos y de diversa naturaleza, que han integrado el programa oficial de la Celebración Picasso 1973-2023

Necesitados de afirmaciones rotundas, a veces surge también la cuestión de si el artista era más español o más francés. De un lado como de otro de los Pirineos, cada uno ve en él rasgos afines. Para desempatar, pensemos, por una parte, que uno es de donde le dan trabajo; y lo cierto es que Picasso creó la mayor parte de su obra en Francia. Aunque su infancia y juventud estuvo llena de idas y venidas entre uno y otro país. Como es bien conocido, Picasso nació en Málaga en 1881, pero en 1891 se marchó con su familia a La Coruña; buscando su destino como incipiente pintor, se trasladó a Barcelona en 1895 y, en 1897, a Madrid, donde estudió en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando. Tras varias idas y venidas entre Barcelona y París (por entonces, consagrada como capital de las artes), en 1904 se marchó definitivamente a Francia. Sin embargo, por otra parte, identificamos rotundamente a Picasso con la tradición cultural española: Picasso es sinónimo de tauromaquia, de flamenco, de veneración por el Siglo de Oro y los maestros del Museo del Prado…

Pero, a fin de cuentas, ¿qué más da de dónde fuera Picasso? Fue (y sigue siendo) un artista internacional. Por ello, con el objetivo de resaltar su naturaleza transnacional, para la celebración del año Picasso se organizó una comisión binacional integrada por las administraciones culturales y diplomáticas de ambos países, Francia y España.

Julio González, Mujer gritando, c. 1941.
Julio González, Mujer gritando, c. 1941. Centre Pompidou. Musée National d’Art Moderne / Centre de Création Industrielle, París. Photo © Centre Pompidou, MNAM-CCI, Dist. RMN-Grand Palais / Jean-Claude Planchet
Pablo Picasso, Cabeza llorando con pañuelo (I). Postscripto de «Guernica», 1937
Pablo Picasso, Cabeza llorando con pañuelo (I). Postscripto de «Guernica», 1937. © Sucesión Pablo Picasso. VEGAP, Madrid, 2022. © Sucesión Pablo Picasso. VEGAP, Madrid, 2022

50 años han pasado desde que Picasso falleciera en Mougins, en la Costa Azul francesa. 50 (o casi) son también los eventos, expositivos y de diversa naturaleza, que han integrado el programa oficial de la Celebración Picasso 1973-2023, tanto en España y Francia como en otros países de Europa y Estados Unidos. Museos e instituciones como el Museo Reina Sofía, el Museo Nacional del Prado, La Casa Encendida o la Fundación Mapfre, en Madrid; el Museo Picasso de Barcelona; el Museo Picasso de Málaga; el Museo Guggenheim de Bilbao; el Musée de Montmartre y el Centre Pompidou, en París; la Fondation Beyeler de Basilea, Suiza; el Metropolitan Museum of Art, el Solomon R. Guggenheim Museum o el Brooklyn Museum, en Nueva York. En total, 38 instituciones, entre las que, sin intención de establecer jerarquías, ha destacado el Musée national Picasso de París, por su liderazgo y su préstamo de más de 600 obras al resto de instituciones. Unos 200 especialistas han participado en la programación del evento.

Mientras que algunas instituciones ya se adelantaron, inaugurando las actividades todavía en 2022, otras rebasan el año 2023 y están aún en cartel. Ahora que acabamos de cerrar el año, hacemos un breve repaso por las exposiciones y actividades más destacadas de la Celebración Picasso.

Según la organización del evento, se trataba de hacer un análisis historiográfico de la obra de Picasso y de su herencia artística que permitiría hacer un balance de las investigaciones e interpretaciones en torno al artista. Así, podemos encontrar varios hilos conductores entre las distintas exposiciones. Por ejemplo, varias muestras se han centrado en el diálogo de Picasso con otros artistas. Mientras que la de la Fundación Mapfre de Madrid se ha ocupado de la fructuosa colaboración y recíproca influencia de Picasso y Julio González, la del Museo del Prado (comisariada por Carmen Giménez, y cuya primera sede fue el Kunstmuseum Basel de Basilea) ha explorado el vínculo con El Greco, que no se reduce a la etapa azul, como suele recordarse, sino que también se refleja en el desarrollo del cubismo analítico. La Casa de Velázquez, también en Madrid, ha rastreado la filiación entre Velázquez y Picasso que dio lugar a la serie de versiones en torno a Las  Meninas (1957), así como al encuentro ficticio con la artista valenciana, Premio Nacional de Artes Plásticas, Carmen Calvo. El Museu Picasso de Barcelona y la Fundació Joan Miró, también en la capital catalana, han recorrido conjuntamente la estrecha amistad que mantuvieron Miró y Picasso durante más de cincuenta años.

Por su parte, el Museo Thyssen-Bornemisza, de los primeros en lanzarse al año Picasso, puso en diálogo a Picasso con Coco Chanel. Sabemos que ambos artistas coincidieron en varias colaboraciones con los Ballets Rusos de Diaghilev, pero ¿acaso las afinidades formales entre las líneas rectas de los cuadros cubistas de Picasso y el frasco del perfume Nº 5 de Chanel o los vestidos rectilíneos de la modista francesa tienen fuerza suficiente como para sostener una supuesta influencia del cubismo en los diseños de Coco? El centro madrileño ha cerrado su vínculo con el año Picasso con una segunda exposición, esta vez en torno al acercamiento de Picasso al mundo clásico y a la tradición judeocristiana.

Picasso fue también el maestro del cubismo. Así lo ha recordado el Metropolitan Museum of Art de Nueva York, que ha ahondado en la conexión de este movimiento con la tradición del trampantojo. Se trata de una exposición que pone sobre la mesa la deuda del cubismo con la mímesis y la introducción de la realidad dentro del lienzo, y que se aleja de la común consideración del cubismo como un lenguaje hermético y abstracto. De hecho, Picasso puso fin a su etapa cubista cuando constató que su obra se alejaba demasiado de la comprensión del público, volviendo a la figuración en lo que se ha llamado como “vuelta al orden”, común a muchos artistas de vanguardia tras la Primera Guerra Mundial. La exploración de la abstracción y las frecuentes idas y venidas entre esta y la figuración ha sido el tema que ha articulado la exposición de los Musées royaux des Beaux-Arts de Belgique, en Bruselas.

Picasso, el Greco y el cubismo analítico”. Foto © Museo Nacional del Prado.

Como es bien conocido, Picasso desarrolló su obra cubista (y, antes que ella, una de sus obras maestras, Las Señoritas de Avignon, de 1907) gracias al conocimiento de culturas primitivas. El Musée de l’Homme-Muséum national d’histoire naturelle de París ha dedicado su exposición a la relación entre Picasso y la pintura y escultura prehistóricas, que tanto influyeron en las experimentaciones cubistas y surrealistas. Por su parte, el Reina Sofía de Madrid, el último museo en acercarse a la celebración en torno al artista (aunque ya en diciembre de 2022 le dedicó un congreso), se ha centrado en el periodo de Gósol, reivindicando la importancia de la exploración artística que Picasso llevó a cabo en el verano de 1906 en este pueblo del Pirineo leridano y que puso las bases del arte moderno.

No ha faltado el acercamiento a Picasso desde lo contemporáneo. Cabe mencionar la doble propuesta del Musée Picasso de París, que ha abierto su programa con una primera exposición en la que ha llevado a cabo una reordenación de su colección permanente, combinando las obras maestras del museo con obras de artistas modernos y contemporáneos. La puesta en escena ha sido encargada al diseñador de moda británico Paul Smith. Más tarde, el museo ha organizado una de las exposiciones que aún se pueden visitar. Se trata de una “carta blanca” a la artista francesa Sophie Calle, quien ha ocupado los cuatro pisos del museo y ha analizado de forma curiosa e insólita una selección de las obras más emblemáticas de Picasso, cuyas imágenes o recuerdos ha evocado a través de una narración personal (y que se hace cada vez más personal y propia a Calle que a Picasso, a medida que se va alejando de la entrada y se va acercando al cuarto piso). Por su parte, La Casa Encendida de Madrid ha propuesto una relectura de 50 obras de Picasso por parte de 50 artistas actuales, desde Antoni Muntadas, Cabello/Carceller y Camille Henrot hasta Jumana Manna, Niño de Elche u ORLAN. Una rica programación ha tenido lugar estos últimos meses.

Pablo Picasso,Los dos hermanos, 1906. © Sucesión Pablo Picasso, VEGAP, Madrid, 2023

Preguntarse y responder si la Celebración Picasso 1973-2023 ha cumplido las expectativas de revisar a Picasso bajo el prisma de la violencia de género nos llevaría a preguntarnos: ¿qué hemos aprendido del artista, su tiempo, su proyección o herencia más allá de 1973?

Sorprende que, si bien en la obra de Picasso fueron fundamentales sus relaciones con las mujeres, pocas instituciones se han centrado en explorarlas. El Musée de Montmartre de París ha relatado episodios destacados de las primeras vanguardias parisinas desde el punto de vista de Fernande Olivier; como mujer moderna, modelo, artista y escritora (además de primera pareja “relevante” en la vida de Picasso), Olivier fue testigo imprescindible de la época. También a Olivier le ha dedicado una muestra el Kunstmuseum Pablo Picasso Münster (en Münster, Alemania), esta vez junto a la también artista Françoise Gilot, otra de las grandes compañeras del artista y quien, como la primera, dejó constancia por escrito de los recuerdos de las vivencias compartidas con Picasso.

Pero, teniendo en cuenta el debate político que hay sobre la mesa desde el movimiento #MeToo, y conociendo la problemática relación de Picasso con las mujeres, ¿las instituciones han reflejado la cuestión sobre el debate entre el artista y su obra? Si es así, ¿cómo la han abordado? ¿Se han cumplido las expectativas del discurso político? Hemos preguntado a Rocío Robles Tardío, investigadora y profesora de Historia del Arte de la Universidad Complutense de Madrid que lleva los últimos años trabajando la obra de Picasso. Robles Tardío afirma que, aunque “la Celebración Picasso arrancó con mucha polémica acerca del carácter del artista y su relación con las mujeres, en particular con las que mantuvo una relación sentimental y compartieron vida con él, tengo la sensación de que esas voces se han ido silenciando o han emergido en otros medios y soportes, pero lejanos”. Y continúa:

“Preguntarse y responder si la Celebración Picasso 1973-2023 ha cumplido las expectativas de revisar a Picasso bajo el prisma de la violencia de género nos llevaría a preguntarnos: ¿qué hemos aprendido del artista, su tiempo, su proyección o herencia más allá de 1973? Podemos añadir otra pregunta: ¿la revisión de Picasso se ha llevado a cabo fuera de los circuitos dominantes: elaborada desde museos y, mayoritariamente, por hombres o desde discursos característicamente masculinos? En una mínima parte sí, ¿no?”.

Robles Tardío también nos ha compartido sus reflexiones en torno al evento. Los coordinadores “han sido capaces de articular la idiosincrasia de cada de uno de sus elementos constituyentes y colaboradores y gestionar un programa sin parangón, lo que merece un reconocimiento”. Pero “la pregunta, ya que nos ponemos a hacer balance, sería —como he dicho antes—, ¿qué hemos aprendido del artista, su tiempo, su proyección más allá de 1973? ¿Qué extraemos de esta hiperactividad marcada por la plusvalía como es la circulación de obras de arte? Nosotros circulando entre ellas, pensando con ellas, escribiendo de ellas.” Por otra parte, consultada acerca de las propuestas que más le han interesado, destaca Picasso. Sin título, en La Casa Encendida.

“Es la que aborda a Picasso sin caer o mencionar siguiera la palabra genio. La exposición se construye al margen de los tópicos, es un dispositivo para ver, sin la pretensión de argumentar una aproximación curatorial al uso. (…) Apunta al meollo del asunto: los títulos en las obras de arte. Eso sí que es una buena propuesta, además de hacerlo con y desde Picasso”. En segundo lugar, destaca Pic@$$©, el periódico editado por Rogelio López Cuenca: “por colectivo y plural en los temas, tonos, extensiones y alcances, por su interdisciplinairedad e intermedialidad considero que dicho periódico es una de las más completas y novedosas aportaciones sobre/desde/con/contra/para Picasso”.

El Guernica sigue apelándonos y sigue siendo el referente en situaciones de desamparo social y político

Proyecto Picasso de Rogelio López Cuenca. Museo Cerralbo. Josefina Pascual de la Calle (©MCD)

No podemos dejar de señalar que la “Celebración Picasso 2023” ha estado marcada también por otros fallecimientos picassianos. En primer lugar, el del exministro de Cultura José Guirao, quien fue nombrado comisionado para la Celebración Picasso y, como tal, diseñó parte del programa (que tuvo que continuar su sustituto, Carlos Alberdi). Ha sido una pérdida muy lamentada por todo el sector cultural. En segundo lugar, el fallecimiento de la expareja de Picasso, la también artista, mencionada más arriba, Françoise Gilot. Y, en tercer lugar, la del hijo común Claude Ruiz-Picasso, gestor de los derechos del artista.

A modo de finissage (como dicen los franceses), el año Picasso ha concluido con un coloquio internacional celebrado los días 7 y 8 de diciembre en la sede de la UNESCO en París, que ha coincidido con la apertura del Centro de Estudios Picasso de París y que ha reunido a los representantes de todas las instituciones participantes en el evento.

No podemos cerrar este artículo sin evocar la actualidad y la fuerza política de la que sigue siendo la obra más destacada y celebrada de Picasso, el Guernica (1937). Su importancia fue puesta sobre la mesa desde el mismo comienzo del año de celebración de Picasso, con el acto de inauguración escenificado en el Museo Reina Sofía, con el enorme lienzo como fondo. El Guernica sigue apelándonos y sigue siendo el referente en situaciones de desamparo social y político. No olvidemos que el año Picasso ha sido también el del comienzo de la guerra entre Israel y Hamás —que ha supuesto la masacre de la población civil de Gaza— que parece recordarnos que, aun más de 85 años después de lo ocurrido en el bombardeo de la localidad vasca, el paso del tiempo no parece haber curado la crueldad a la que puede llegar la naturaleza humana.