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Manuel Segade nuevo director del MNCARS Reina Sofía

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Manuel Segade, nuevo director del MNCARS. Créditos: Ángel Navarrete

Bienvenido a la guerra

El tiempo pasa rápido y si cuando salió Manuel Borja del Reina Sofía y se convocó el concurso para elegir sucesor nos pareció a casi todos un proceso excesivamente largo, el día ha llegado mientras hemos estado entretenidos con el espectáculo electoral, entre otras cosas. El nuevo director es mucho más joven, 46 años, y es sobradamente conocido en el mundo del arte español y en algunos círculos internacionales, como por ejemplo en México. Manuel Segade es el hasta ahora director del CA2M en Móstoles, el único centro de arte y museo de arte actual de la Comunidad de Madrid fuera de la capital. Un museo que ha pasado de ser una idea imposible a convertirse en un vivero de directores de los principales museos. No olvidemos que el anterior, y primer director del CA2M, Ferran Barenblit se fue de Móstoles para dirigir el MACBA en Barcelona. Por cierto, también se presentaba a este concurso para dirigir el Reina Sofía, pero por lo general los concursos solo los gana uno. Y creo sinceramente que no los pierde nadie.

Voy a ahorrar a nuestros lectores la enumeración del currículo de Manuel Segade, que está apareciendo en todos los medios, como si no fuera conocido por todos los aficionados al arte. Manuel Segade ha sabido continuar y ampliar la labor que inició Ferran Barenblit en Móstoles. Hoy el CA2M, improbable hasta en el nombre, es un centro querido por un muy amplio sector, precisamente el más joven. Este museo, con un edificio atroz y unas colecciones de difícil catalogación, se ha convertido en uno de los que tienen mejor aceptación, y aunque no sé sus datos de taquilla sí sé que son muchos los profesionales y sobre todo los estudiantes y jóvenes, futuros grandes protagonistas del mundo del arte español, los que acuden fielmente a sus inauguraciones en la periferia de Madrid, más que los que van al céntrico Reina Sofía, en el triángulo de oro de los museos en Madrid (junto al Prado y al Thyssen). Su público no va a ver el Guernica ni está formado por turistas de cualquier origen. Son aficionados y profesionales del arte actual.

Es muy importante saber que el nuevo director viene de un campo difícil, de un territorio salvaje ganado a machetazos para el arte más actual

No sé si todo esto se ha tenido en cuenta en la decisión del jurado que ha presentado una terna al ministro Iceta, ni si el ministro sabe algo de todo esto. Pero es muy importante saber que el nuevo director viene de un campo difícil, de un territorio salvaje ganado a machetazos para el arte más actual, ese que no se ve hace mucho tiempo en el Reina Sofía. Pero no un arte del espectáculo para un público fácil, sino todo lo contrario. Y en un lugar donde no hay galerías ni creo que vivan muchos coleccionistas. Móstoles, alejado de cualquier centro imaginable, ha conseguido generar una imagen amable, de futuro, inmejorable para su museo, por el que nadie apostaba nada desde la fecha de su creación, visto como una jugada extraña del PP. El éxito del CA2M ha sido un logro de la buena gestión de sus dos directores, y especialmente de la línea educativa, expositiva y de interacción social de sus dos directores, esencialmente diferentes pero ambos excelentes profesionales. Manuel Segade no solo aceptó la herencia con el cargo, sino que la siguió mejorando y ampliando, y hoy podemos decir que es un centro importante a tener muy en cuenta. Y aquí mostramos una clara preocupación por quién seguirá al frente de este centro que garantice su continuidad.

El problema del Reina Sofía se ha solucionado, y creo que pongo voz a una gran mayoría si digo que se ha solucionado favorablemente al público, al arte y al propio Centro. Este nombramiento acaba con las dudas y las comidillas tan típicas de la capital de un reino, no solo por su claridad, sino porque tanto el jurado como las características de la convocatoria estaban cortadas a la medida de Manuel Borja y su club de fans (con sus actitudes, sus declaraciones y con sus acciones no pueden ser tratados más que de esta manera) o followers, que se quedan sin razones para la crítica ni para la duda, pero al mismo tiempo no consiguen prácticamente nada de lo que pretendían. Este es un asunto zanjado ya aquí y ahora, que ayer con el nombramiento se cierra para siempre y de una vez.

El problema del Reina Sofía se ha solucionado, y creo que pongo voz a una gran mayoría si digo que se ha solucionado favorablemente al público, al arte y al propio Centro

Y vamos a ser generosos y no pedir explicaciones a nadie. Lo que si queremos pedir es que se limpie el camino de la dirección del Reina Sofía de minas unipersonales, que todos aquellos que han conseguido hacer de sus puestos de contratados el carácter eterno e infinito de funcionarios no se interpongan en la nueva dirección; que aquellos nombramientos entre los fieles más fieles, sin otra razón que esa fidelidad ciega con el líder, den un paso al lado y dejen el camino libre a una nueva etapa. Pueden dar un paso más largo y llegar hasta el nuevo trabajo en Barcelona de su carismático jefe. Pero todos les agradeceríamos que no entorpecieran el cambio de equipo. Que admitan y respeten que cada director tiene derecho a formar su equipo de confianza, su entorno de trabajo con afines a sus objetivos.

Manuel Segade no es nuevo en prácticamente nada. Joven, pero con experiencia en dirección, en generar trabajos y públicos. Ha pasado por diversos países y centros y aquí en España ha trabajado en Barcelona (Hangar), en Galicia, Santiago de Compostela (el CGAC) y en Madrid (CA2M Móstoles). Sus resultados son conocidos. Ahora hay que ver cuáles son sus objetivos y sus planes de trabajo. Pero más allá de esto habrá que valorar su capacidad de resistencia al estrés, y no solo en el arte y sus guerras y tensiones internas, sino en el panorama político. El PP ya ha manifestado su disgusto porque, según ellos, esta decisión se debería haber postergado a la elección de un nuevo gobierno (por supuesto del PP). Estamos en campaña electoral, pero Segade ya sabe que se ha convertido en un símbolo del pasado del futuro, un símbolo tal vez molesto para una derecha que aspira a todo, y en ese todo está el nombrar a los directores del Reina Sofía.

Manuel Segade no es nuevo en prácticamente nada. Joven, pero con experiencia en dirección, en generar trabajos y públicos

El MNCARS Reina Sofía es hoy, más que nunca, un símbolo, aunque puede ser utilizado y manipulado para intereses diversos, aunque todos ellos ideológicos. Esa va a ser la principal batalla del nuevo director, que tendrá que demostrar lo que otros nunca demostraron, y hacerlo sin perder el norte de su trabajo ni de sus objetivos. Los problemas le vendrán del interior de la institución, del propio Ministerio de Cultura (si gana la derecha y si mantiene ese ministerio en un futuro gobierno) y desde diversas camarillas afectadas por la desaparición del anterior director y de su alargada sombra, una sombra que todavía puede generar algún problema. El nuevo director tendrá que manejar una estrategia casi militar para defenderse y “atacar”, es decir, para mantenerse firme y desarrollar su trabajo, plantear sus objetivos y cumplirlos. Tiene cinco años para hacerlo, otros tardaron 15 años para convertir el Reina Sofía en un desierto. Manuel Segade cuenta con algo que nos parece muy importante, estar más cerca del suelo, de la gente y de otros públicos; la admiración de generaciones de jóvenes que han hecho del CA2M (y de la Casa Encendida, en menor grado) uno de sus lugares preferidos en el panorama artístico nacional me parece algo muy importante a tener en cuenta. Con ese patrimonio ya se puede empezar a trabajar. Con ese y creo que con la gran mayoría del mundo del arte español esperando ponerse a su lado, harto ya de grupos de presión, favoritismos y manipulaciones, y deseosos de poder volver al museo a ver arte.