La máxima del hiperrealismo no es otra que representar de manera fidedigna, casi de manera fotográfica, la realidad. Aunque nació como un movimiento pictográfico a finales de los años 60, también esta presente en la escultura. A partir del día 7 de junio podemos ver una muestra en el Museo de Bellas Artes de Bilbao sobre la escultura hiperrealista centrada en la imagen del cuerpo humano con obras que van desde el año 1973 hasta el 2016. La exposición hace un recorrido a través de 34 esculturas de 26 artistas distintos, centrándose en la revisión del cuerpo humano a lo largo de más de 50 años de hiperrealismo. Una revisión contemporanea del modelo del realismo figurativo, a través de técnicas tradicionales como son el modelado, la pintura o el fundido, poniendo de manifiesto las distintas formas de tratar el tema, su relación con distintas formas de expresión artística y la evolución técnica a lo largo de tiempo. La exposición reúne a los más destacados artistas en este campo, desde los pioneros americanos como George Segal, Duane Hanson y John DeAndrea hasta el españoles Juan Muñoz, el italiano Maurizio Cattelan, la belga Berlinde de Bruyckere, los australianos Ron Mueck, Sam Jinks y Patricia Piccinini o el canadiense Evan Penny, entre otros, dotando a la muestra de un carácter internacional. Pero no sólo es una muestra de lo que ha sido el hiperrealismo, si no que también se podrá ver el carácter más actual de este movimiento mediante la obra Lisa de John DeAndrea, finalizada recientemente.
Réplicas humanas se centra en obras de los años 60, esculturas que parecen seres vivos reales elaboradas con procedimientos laboriosos
Escultura hiperrealista 1973-2016 se divide en cinco bloques temáticos que abordan el hiperrealismo en el cuerpo humano de distintas formas. Réplicas humanas se centra en obras de los años 60, esculturas que parecen seres vivos reales elaboradas con procedimientos laboriosos y materiales nuevos transmitiendo ilusión de veracidad y jugando con el espectador a modo de espejo. Esculturas monocromas se centra en la representación de la figura humana bajo la influencia de la abstracción y su evolución hacia la escultura realista, con una fuerte ausencia de cromatismo, reduce el efecto de realidad. La tercera se denomina Partes del cuerpo y se centra en el nuevo hiperrealismo de finales de los 90, centrándose en partes del cuerpo en concreto y proyectando mensajes perturbadores con tintes humorísticos, brazos, piernas y otras partes del cuerpo surgen de la pared. El juego de las dimensiones se centra en la revolución que Ron Mueck provocó en la década de los noventa con el aumento o la disminución de las figuras para centrar el tema en la muerte, el nacimiento o la fragilidad de la vida. La última, Realidades aumentadas, se centra en como los avances científicos y tecnológicos han producido un cambio en la percepción y la comprensión de la realidad.
(Escultura hiperrealista 1973-2016, en Museo Bellas Artes de Bilbao, España. Desde el 6 de junio hasta el 26 de septiembre del 2016)