Una catedral para el diseño. El jueves 24 de noviembre se inaugura el nuevo Museo del Diseño en Londres, realizado por Terence Conran. Este nuevo edificio se trata de la readaptación del museo que el mismo Conran diseñó en la década de los ochenta junto al Támesis y que ahora se reinventa en el barrio de Kensington con una sede de 10.000 metros que armoniza la arquitectura de aquella época con la contemporánea. Esta nueva localización coloca al diseño en el circuito cultural junto al Victoria & Albert Museum, el Museo de Historia Natural y la Serpentine Gallery. El edificio se divide en un amplio vestíbulo del que salen tres niveles con dos espacios para exposiciones temporales, talleres, biblioteca, un auditorio, restaurante y tienda. Conran, uno de los diseñadores británicos más consagrados, ha sostenido que este “es un museo de primera categoría” y que aunque en el futuro se realicen otros más grandes en otros países “no serán los mejores”. Esta nueva apuesta por el diseño ha tenido un coste de unos 99,5 millones de euros aportados por instituciones, entidades privadas y particulares. En este museo el diseño es concebido como el motor de la sociedad, como una manera de comprender el mundo y como expresión de los cambios culturales y económicos, así pues será un espacio heterogéneo en el que tendrán cabida tanto objetos sencillos y cotidianos como interiorismo, moda o aspectos específicos de la arquitectura y la ingeniería. Aunque usar el término de catedral para definir al museo londinense sea, quizá, algo pretencioso es así como el mismo Terence Conran lo ha definido puesto que “cuando se accede al edificio da la impresión de ser una catedral”.
En esta exposición se muestran todo tipo de elementos que hace un repaso por los distintos puntos de vista del diseñador
El Museo del Diseño abrirá sus puertas con una colección de 3.000 objetos y del que se exhibirán alrededor de unas 1.000 piezas bajo el nombre Designer maker user. En esta exposición se muestran todo tipo de elementos que hace un repaso por los distintos puntos de vista del diseñador, del usuario y del productor. Viejos teléfonos, máquinas de coser, aparatos tecnológicos, los nuevos modelos de armamento, prototipos de vagones de metro, objetos urbanos, zapatillas deportivas, un zapato de tacón de aguja Louboutin o una máquina de escribir Olivetti son sólo algunas de las cosas que el visitante podrá encontrarse en el museo. Además, también se inauguran dos muestras temporales: Fear and love reactions to a complex world (Miedo y amor; reacciones a un mundo complejo) y Beazley Designs of the Year. La primera consiste en 11 instalaciones que abarcan temas como una reacción al Brexit o un robot curioso que hace compañía a los humanos. A partir del día 24 todo lo relativo al diseño tiene su hueco en Londres, en un edificio que es recomendable visitar aunque sólo sea por su arquitectura.