Tras retrasarse un año debido a las complicaciones de la pandemia, la decimoséptima edición de la Bienal de Arquitectura de Venecia abre sus puertas al público este sábado 22 de mayo de 2021. How will we live together? (¿Cómo viviremos juntos?) es el título de la presente edición, comisariada por el arquitecto libanés Hashim Sarkis. Como indica el título, se quiere enviar un mensaje de convivialidad y consenso, alejado de otras ediciones marcadas por la arquitectura espectacular y vanguardista. Frente a la tradicional visión elitista de este tipo de eventos, Sarkis apela a presentar proyectos y estudios de arquitectura que intenten buscar soluciones prácticas a los problemas de la arquitectura y urbanismo que vive el mundo actualmente, privilegiando la diferencia en vez de discursos hegemónicos.
Se quiere enviar un mensaje de convivialidad y consenso, alejado de otras ediciones marcadas por la arquitectura espectacular y vanguardista
En este sentido, se ve una clara disposición de defender la renovación de los espacios comunes y públicos, los espacios que, según el comisairo, pueden cobijar conversaciones entre agentes diferentes. Esta llamada al agonismo que pensadores como Chantal Mouffe han considerado clave para reformular las relaciones sociales y el espacio urbano es el punto de partida conceptual para esta bienal, que es más social que nunca.
La bienal se divide en dos secciones, la exposición central, que se celebra en las sedes centrales de Giardini y Arsenale, y los pabellones nacionales, repartidos por ambos recintos y otras sedes independientes alrededor de la ciudad. La primera cuenta con 112 participantes de 46 países diferentes, y está organizada en torno a cinco escalas, Among Diverse Beings, As New Households y As Emerging Communities en Arsenale y Accross Borders y As One Planet en Giardini. Además, han seleccionado a cinco arquitectos para diseñar un proyecto concebido para el juego de los niños, situado en Forte Marghera, fuera de Venecia.
En este sentido, se ve una clara disposición de defender la renovación de los espacios comunes y públicos
Iniciando el recorrido en Giardini, nos encontramos con el pabellón español, que este año presenta la exposición Uncertainty, una suerte de gabinete de curiosidades donde se muestran una variedad de objetos de todo tipo que escapan a la tradicional concepción de la arquitectura. El tema del que habla el pabellón es la incerteza que domina nuestros tiempos y que, según los comisarios, ofrece una oportunidad para generar los procesos de reflexión necesarios que den respuesta a toda realidad de naturaleza cambiante o desconocida, cuyos límites no puedan ser definidos o que carezcan de los mismos.
Por otro lado, el Pabellón de Japón ha traído el resultado de desmantelar una casa de madera
Avanzando en el recinto, nos encontramos con apuestas interesantes como la de Reino Unido, que ha traído el Garden of Privatised Delights, una reflexión en torno a las tensiones entre espacios y estructuras públicos y privados, o el pabellón alemán, que ha apostado por una mirada desde el futuro, para analizar los retos de la arquitectura a día de hoy. Por otro lado, el Pabellón de Japón ha traído el resultado de desmantelar una casa de madera, cuyos elementos individuales son los que se exponen. Por otro lado, en Arsenale vemos propuestas como la mexicana, titulada Desplazamientos, que plantea la reflexión en torno a los desplazamientos que surgen mayormente de condiciones adversas, como las actuales, a partir de experiencias creativas, resilientes y esperanzadoras.
Bruce Nauman, artista que tendrá una retrospectiva en la que se quiere subrayar su vínculo con el espacio
Al margen de los pabellones nacionales, se abrirán a lo largo del mes otros pabellones y exposiciones satélite. Entre ellas destaca Air/Aria/Aire, la exposición de Catalonia in Venice. Organizada por el Instituto Ramón Llul, la muestra quiere reflexionar sobre el aire como un bien común y necesario para la supervivencia del planeta, explorando por tanto métodos tecnológicos que puedan ayudar a una mayor comprensión del elemento. La Punta de la Dogana, de la Fundación Pinault, apuesta por un nombre más rimbombante: Bruce Nauman, artista que tendrá una retrospectiva en la que se quiere subrayar su vínculo con el espacio. Por último, la sede veneciana de la Fundación Prada presenta Stop Painting, colectiva que registra las transformaciones que vive el medio de la pintura en la actualidad.
Otro rasgo relevante de la actual edición de la Bienal de Venecia son los dos Leones de Oro honoríficos, que este año han recaído en dos arquitectos tan dispares como el español Rafael Moneo y la brasileña Lina Bo Bardi. Hashim Sarkis insiste en la característica común que les define: su clara vocación social y su intención de producir una arquitectura consecuente y útil para las personas.
(17ª edición de la Bienal de Arquitectura de Venecia. Del 22 de mayo al 21 de noviembre de 2021)