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Street Photography. El sonido de las calles

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jazz

Louis Faurer. New York, 1949. Courtesy of HCB Fondation, Paris. Louis Faurer exhibition.

Hablar de fotografía de la calle es hablar de la imagen en libertad, de esa que trata de revelar la realidad. Se ha asemejado en muchas ocasiones este tipo de fotografía al género musical de improvisación por excelencia, el jazz: unión de rigor formal e improvisación. Una de las cosas que diferencia a la fotografía de calle de la documental es que en la primera se puede oler la calle. La fotografía callejera, además, siempre beberá inevitablemente de la fuente de la cultura pop, porque la ciudad y la metrópolis son pop, la selva ideal (aunque no la única) que figura como ubicación perfecta para las instantáneas de la Street Photography.

¿Pero es realmente libre el fotógrafo de la calle?

¿Cómo definiríamos la fotografía de la calle? ¿Como símbolo de la libertad por la agilidad que aporta del movimiento cotidiano? ¿O como un baile de máscaras que se desliza ante el objetivo de un espectador atento? Quizás sea la cronista del relámpago fugaz que es el instante. ¿Pero es realmente libre el fotógrafo de la calle? Al comienzo, comparábamos la fotografía de la calle con el jazz, donde la improvisación juega un papel importante, pero la armonía debe ser perfecta. Si no fuera así nuestro oído no se sentiría cómodo.

Un gran fotógrafo afirmaba que una foto tiene que funcionar de forma completa. No basta con que una parte de la foto tenga un encuadre perfecto, no. Todos los componentes de la misma han de tener la geometría propia de una ecuación matemática.…

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