post_type:texto_central
Array ( [0] => 83768 [1] => 83769 [2] => 83770 [3] => 83771 [4] => 83772 [5] => 83773 [6] => 83774 [7] => 83775 [8] => 83776 [9] => 83777 [10] => 83778 [11] => 83779 ) 1
size_articulos_ids: 12
Current ID: 83771
Current pos: 3
Articulo anterior: John Coplans
Articulo siguiente: Yasumasa Morimura
prevID: 83770
nextID: 83772
anterior

“Je est un autre” (o cómo el artista contemporáneo sueña con ser ficción autotrascendente)

siguiente
ficción

Ixone Sádaba. Citeron V, 2002. Fotografía digitalizada 100 x 133 cm. Cortesía Galería Fernando Pradilla, Madrid

Uno de los momentos más brillantes de toda la filmografía de Godard es cuando Jean-Paul Belmondo, en Pierrot le Fou, y mientras conduce un descapotable junto a una amiga, ésta le pregunta extrañada: ¿Con quién hablas?, a lo que Pierrot, contrariado, responde: con el espectador, ¿no lo ves?, para de nuevo girándose hacía la cámara, y mirándonos, exclamar: ya les decía yo, nunca se entera de nada… Probablemente ésta situación -por lo que tiene de desplazamiento y conquista (casi un gran angular ideológico) de los límites de la ficción en tanto que representación de una dialéctica de lo históricamente contingente- sea la más inteligente y hermosa de todas aquellas acciones que, directa o transversalmente, inciden en la idea de cómo construir una realidad afirmativa (culturalmente afirmativa, queremos decir) bajo el disfraz (divertido o grave, tanto da) de una práctica discursiva crítica, o, insistimos, “afirmativa”, aquí adoptando nosotros la concreta entonación de Marcuse al respecto cuando éste observa que todo el arte y la cultura tienden a ser afirmativos, malgré eux.

Illustration
Andy Warhol. Self-Portrait in Drag, 1980 © VEGAP. Cortesía Colección Ordóñez-Falcón de Fotografía
Illustration
Claude Cahun. Autoportrait, 1927 11,7 x 8,8 cm Gelatina de plata sobre papel Cortesía The Detroit Institute of Arts

…esa espantosa superposición de la realidad…

MALCOM LOWRY
Illustration
Illustration
Illustration

Jürgen Klauke. Transformer, 1973 3 fotografías color 120 x 100 cm cada una Cortesía Galería Helga de Alvear, Madrid

No erraríamos demasiado si dijéramos que la inmensa fábrica de afeites y cosmética en que se ha convertido (transfigurado) la práctica artística contemporánea se puede resumir en una simple y banal frase expresada, paradójicamente, en una admirable y compleja película, Hiroshima, mon amour, escrita por Marguerite Duras y filmada por Alain Resnais en 1959. Así, y a lo largo de toda la filmación, escuchamos como una letanía la doble expresión, afirmativa una, acusatoria otra, que mutuamente se lanzan el superviviente japonés y la profesora francesa: “He visto todo / No has visto nada”. Cul de sac, efectivamente, de una dialéctica privada e íntima impulsada a desvanecerse en la contingencia materialista de la Historia.

Illustration
Pierre Molinier. Autoportrait, 17,5 x 12,5 cm Cortesía Galerie Kamel Mennour, Paris

En cuanto olvidamos que la ficción es ficticia incurrimos en un retorno al peor de los mitos.

FRANZ KERMODE
Illustration
Orlan. Triptych Peau d’âne à la tête d’âne, 1990.

Este artículo es para suscriptores de ARCHIVO

Suscríbete