Puede decirse que la fotografía “contemporánea” empezó con el fotolibro The Americans, de Robert Frank, publicado en los Estados Unidos por primera vez en 19601Se publicó una versión anterior en Francia en 1958, pero la que se ha hecho famosa es la edición estadounidense de 1960..
El libro de Frank estableció una fotografía nueva que combinaba el espíritu del documental pero con un nuevo punto de vista subjetivo. Sus imágenes, que rechazaban el inamovible dogma tradicional de la objetividad técnica, se caracterizan por composiciones poco convencionales, por carecer de un enfoque definido o por tener más grano que detalles. Esas particularidades las dotaban de un carácter más vital, dinámico, emotivo y subjetivo de la sociedad y sus integrantes. En lugar de hacer gala de una “neutralidad” insulsa y falsa, las imágenes de Frank se posicionan y ensalzan distintos puntos de vista. Sus fotografías muestran una sociedad repleta de contradicciones (ricos y pobres, relaciones raciales y de poder de carácter binario, etc.) y revelan los conflictos como consustanciales a la subjetividad (por ejemplo, la alienación, el aislamiento, el amor y la muerte). El libro de Robert Frank gestó una nueva forma de pensar y, como tal, constituye un ejemplo muy claro de un nuevo “paradigma” en la fotografía contemporánea. Aunque aquello ocurrió hace sesenta y cinco años, la obra de Frank marca el comienzo de una serie de cambios de paradigma sucesivos que podríamos especular que continúa con el surgimiento de las nuevas prácticas fotográficas computacionales generativas y de inteligencia artificial.
El concepto de “paradigma” como modelo para reflexionar sobre la práctica es consabido en la ciencia, pero en el arte y la fotografía sigue siendo una novedad. Un “cambio de paradigma” se produce cuando un conjunto de valores y un modelo de pensamiento nuevos se contraponen a un paradigma, tradición o convenciones existentes. Así pues, por ejemplo, es evidente que el fantástico libro The Ballad of Sexual Dependency (1986), de Nan Goldin, se desarrolla a partir del innovador paradigma “subjetivo” instituido por el libro The Americans, de Robert Frank, aunque al mismo tiempo lo supera. La originalidad de Nan Goldin radicaba en su uso del color y el tema, inspirados en una novedosa actitud íntima. Su enfoque íntimo plantea un nuevo formato híbrido en el que confluyen el punto de vista subjetivo de la fotografía analógica “instantánea” de 35 mm con la intimidad “privilegiada” de los retratos de Diane Arbus y su fascinación por los grupos e individuos marginados, tal y como se visualizan en la sociedad estadounidense moderna.…
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