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Johannes Vermeer, el geógrafo
Johannes Vermeer, El geógrafo, ca. 1668-69.

En cuanto hay una fiesta, sea religiosa, civil o de cualquier tipo, lo primero que todo el mundo se plantea es salir de viaje. Irse a otro sitio. Ya son pocos los que se quedan en casa descansando, leyendo, paseando, y la mayoría es porque no se puede permitir irse unos días fuera. Todos sabemos lo que es irse un fin de semana largo: carreteras colapsadas, playas y montañas llenas, los aeropuerto hasta arriba, y un gasto del que luego seguramente nos arrepentiremos. Y como resumen y en general: más de lo mismo. Por lo general no viajamos solos sino con las parejas, familia y amigos, a los sitios habituales donde no hay sorpresa posible. Los más aventureros salen en vuelos organizados a lugares exóticos, con guía y todo incluido. La sorpresa, la aventura, elementos esenciales de un viaje, han quedado olvidados en el pasado. La sociedad actual, tan preparada en tantas cosas es absolutamente incapaz de encender fuego en el monte sin cerillas o mechero, o de orientarse por las estrellas. ¡La aventura ha muerto, viva la aventura!

Hace unos meses unos jóvenes de Madrid se fueron de sus casas para vivir una aventura en la montaña, cogieron el tren de cercanías y se apearon a 40 kilómetros de Madrid. Anduvieron 2 kilómetros y montaron su tienda (de esas modernas que se montan solas automáticamente cuando abres la bolsa en la que te la venden), junto a un camping. A los dos días las familias que no tenían noticias (los aventureros dejaron los teléfonos en casa) llamaron a la Guardia Civil y empezó la búsqueda, pero la lluvia lo solucionó todo: en cuanto empezó a llover los jóvenes aventureros salieron corriendo para su casa, dejando la tienda atrás pues no supieron ni doblarla. Esto es lo más parecido a una aventura en las ciudades de hoy, junto con la visita a la granja escuela que se hace en las guarderías todos los años.

El próximo gran viaje no será a Marte sino mucho más lejos, o tal vez mucho más cerca, dentro de este globo de tierra y agua que es el mundo

En el Louvre de Abu Dabi se puede ver hasta junio la exposición Globes: Visions of the World en la que siguen el desarrollo de las esferas, de los globos terráqueos y de la aventura de tantos hombres desde el siglo VI antes de Cristo hasta hoy por ver el mundo desde fuera de él, por comprender cómo es y cómo se mueve, su relación con el universo, con el Sol y el resto de las estrellas.…

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