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Toda una vida

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Legendary Ticket, del MAXXI

El tiempo, la duración, en definitiva, el paso de los años. El envejecimiento, la vida que se va entre nuestros dedos como la arena de las playas o el agua de cualquier fuente… es uno de los temas que más han tratado los humanos en sus creaciones. Desde lo que dura un suspiro, hasta el “polvo seré, mas polvo enamorado” de Francisco de Quevedo, la duración de las cosas, de los deseos, del amor y la llegada de la muerte o del olvido, es un punto de eterno retorno difícil de pasar por alto para escritores, músicos o artistas de cualquier tipo o categoría.

Todos sabemos que el paso del tiempo es continuo, que el mundo gira sin parar un segundo, las canciones nos lo han repetido constantemente; igualmente sabemos que 100 años no es nada, que los que se van rara vez vuelven, que nunca beberemos agua de un mismo río porque según Heráclito ni el agua ni nosotros seremos nunca más los mismos que fuimos ayer… hasta sabemos que la obsolescencia de nuestras queridas máquinas y artilugios electrónicos está marcada desde su origen, como los replicantes de Blade Runner. Su creador conoce su tiempo de duración, lo que durarán sus suspiros y deseos. Sin embargo, sabemos que hay gente muy optimista. No teníamos tan claro que también las instituciones podían ser optimistas. Para demostrar lo optimista que se puede ser en medio de una pandemia que lleva más de un año exterminando la vida humana en todos los rincones del mundo, un museo de Italia, de Roma más concretamente, ha tenido la idea sin duda original y hasta diríamos que enloquecidamente optimista de crear una entrada que dura 100 años.

Es sabido que Italia no solo fue la puerta de entrada en Europa de la Covid-19 sino que ha sido uno de los países más perjudicados por sus consecuencias, pero cuando algo dura ya más de un año empezamos a verlo como un compañero más que como un intruso. De hecho, llevamos conviviendo más tiempo con la pandemia que con algunas de nuestras parejas… ya es más que un virus, se le teme menos, nos hemos acostumbrado a él.

Es más que dudoso que el ticket legendario comprado hoy se utilice en el siglo XXII, los que lo compren lo harán sobre todo como apoyo

El MAXXI, el Museo de Arte del Siglo XXI de Roma, da un salto hacia adelante, o tal vez un salto en el vacío, y sin considerar los peligros a los que al parecer estamos expuestos (muchos de los cuales solo son falsas amenazas), sacando a la venta una entrada que nos permitirá entrar al museo una vez desde ahora hasta dentro de 100 años, desde este siglo XXI al siglo XXII.…

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