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¿Dónde están los críticos?

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Viñeta publicada en el periódico Le Charivari (1832-1937), medio francés famoso por sus sátiras políticas y por sus duras caricaturas contra el Impresionismo y los nuevos artistas.

Nunca gozaron de muy buena imagen, pero son imprescindibles. Me refiero a los críticos de arte. Han desaparecido, prácticamente, de la escena artística, víctimas de varios virus y de alguna bacteria. En primer lugar víctimas de su mala fama, de no ser limpios ni independientes. De escribir siempre a favor del viento. De ser la voz de su amo (galeristas, directores de museos, es decir: del poder económico o político, nuevamente el poder). De no tener ni idea de nada. Y sobre todo, acusados de escribir soberanamente mal, imbuidos de una locuacidad abstrusa, de una verborrea vacía y sin sentido. Vamos, de que no los entiende nadie porque nada dicen finalmente y, por eso, nadie se molesta en leerlos.

Pero la realidad es que la crisis los ha barrido, la crisis y los cambios estructurales del sector de las comunicaciones

Podríamos decir que, como en casi todas las enfermedades, llevaban el virus dentro de ellos mismos, junto con la vacuna. Pero la realidad es que la crisis los ha barrido, la crisis y los cambios estructurales del sector de las comunicaciones. Sí, ya no quedan prácticamente revistas especializadas y las pocas que quedan han optado por contenidos en profundidad, por especialización, y sobre todo, han dejado la actualidad, lo inmediato, al proceloso mundo de internet. Ese mundo en el que todos entramos por un rato pero en el que nadie se lee un texto de más de 20 líneas. Es decir, un lugar inhóspito para la crítica.

En la red los críticos que quieren seguir escribiendo han montado sus blogs en los que hacen de todo menos crítica. Porque ese escritor pequeñito que todos llevamos dentro, en algún pliegue de nuestros intestinos, aflora y escribe y escribe y escribe, y prácticamente todo lo que se dice interesa solamente a quien escribe y aburre a todo el resto, tal vez llegando al centro mismo de la esencia del escribir para uno mismo. En la red se hace opinión, se da información y, sobre todo, se copia y pega, se malinforma y se desinforma. En un lugar con tanto ruido es complicado enterarse de algo de verdad.

Hoy en día no hay revista especializada –en España– que pueda mantener a un equipo de críticos que sólo escriban para ella

Un crítico debe escribir independientemente en un medio independiente y solvente económicamente. Hoy en día no hay revista especializada –en España– que pueda mantener a un equipo de críticos que sólo escriban para ella.…

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