La Bienal de Berlín celebra veinte años desde su inauguración, allá por 1998. Esta bienal se fundó como consecuencia de una serie de encuentros experimentales con distintos agentes del arte contemporáneo que tuvieron lugar pocos años antes de su apertura. Paradójicamente, poco después, estas reuniones desembocaron en una bienal, sumándose, así, al itinerario de las bienales de arte contemporáneo.
La actual edición, comisariada por Gabi Ngoboco, se enuncia bajo el lema We don’t need an other hero, que toma de la icónica canción de Tina Turner de 1985 y que fue banda sonora de la película Mad Max 3: Más allá de la cúpula del trueno. Ngoboco —artista, profesora y comisaria— no es una desconocida en Berlín, ni en la institución. En la 8ª edición de 2014 fue invitada a participar con Center for Historical Reenactments, un colectivo experimental de artistas con base en Johannesburgo, del que ella es fundadora y que investiga sobre la posibilidad de reescribir las tradicionales narrativas históricas. Tampoco es una presencia nueva en una bienal, pues en el año 2006 fue comisaria invitada en la 27ª Bienal de Sâo Paulo y co-comisarió Cape07 Biennale en 2007. Como demuestra su recorrido, siempre se ha centrado en las prácticas colaborativas y así continúa siendo en esta ocasión, ya que forma equipo curatorial junto con Nomaduma Rosa Masilela, Serubiri Moses, Thiago de Paula Souza e Yvette Mutumba.
El diálogo que se propone en la X bienal plantea la pregunta sobre qué se puede hacer en el futuro desde las problemáticas de hoy
Y es que esta edición no tiene nada que ver con la línea que seguían otras como la de 2016 comisariada por el colectivo curatorial DIS. La 9ª edición se aproximaba al “presente” en clave post-contemporánea, es decir, en un intento fallido de aceleracionismo y en formato virtual tipo TED Talks. Fue una propuesta trendy que navegaba sin rumbo y que renunciaba a pensar en las ansiedades del presente. En cambio, el diálogo que se propone en la X bienal plantea la pregunta sobre qué se puede hacer en el futuro desde las problemáticas de hoy. Este apelar a la acción es el que permite trazar una línea más estrecha con otras ediciones, como por ejemplo la de 2014, comisariada por Juan A. Gaitán, centrada en la fricción entre las lecturas históricas y sus mecanismos de representación; o la 7ª que llevaba el nombre Forget Fear, comisariada por Artur Żmijewski y Joanna Warsza.…
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