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Voces encantadas: magia y cuerpo en el tardocapitalismo

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Marianna Simnett, The Bird Game, 2019 (fotograma). Cortesía de la artista, Film Video Umbrella, The Rothschild Foundation and Frans Hals Museum.

I was born with a gift
passed down from the sirens on my father’s side,
the banshee of my mother’s:
the protective charm of song […]

Jen Calleja, “The Gift” (2018).

La escritora británica Jen Calleja describe así los orígenes de su don espiritual, legado por sus padres y que canaliza a través de la canción o, en este caso, de la poesía. El texto continúa sugiriendo el poder curativo de la voz y su capacidad para convertir la materia a su alrededor. Antes del hechizo, prepara miel, limón, agua caliente, café y té negro. Combina estas sustancias con gemas y ópalos, agrega citrina, aventurina, turmalina, almandino y la mezcla estaría lista. Concluye: “casting occurs in the space where body and song harmonise”.

El poema nos desvela una relación ontológica entre la materialidad de la voz, las sustancias de la tierra y las prácticas espirituales, capaces de configurar visiones alternativas de la realidad. En los últimos años han aparecido prácticas artísticas donde se ve reflejada esta identificación de la voz y la música como canalizadoras de sistemas de conocimiento premodernos. A través de la brujería, los cuentos de hadas o las posesiones fantasmales, las artistas incluidas en este ensayo representan diferentes formas de pensar la materia con los poderes alucinógenos y delirantes que da la magia.

Un cuento de hadas

En The Bird Game (2020), la artista británica Marianna Simnett nos presenta a un grupo de niños jugando en el bosque. Al poco rato, un cuervo parlante se les acerca y los invita a su casa a jugar un juego solo “apto para valientes”. Los niños no dudan en aceptar la propuesta y siguen los aleteos del pájaro hasta llegar al palacete donde vive. Todo parece marchar bien, los niños juguetean por las recargadas estancias del palacio, sus risas acompañan la voz femenina del cuervo, que además narra la historia. Sin embargo, cuando llegan a una cama roja gigante, las cosas empiezan a torcerse. Para ganar, hay que matar al resto, les dice el cuervo, generando una sucesión de macabras agresiones entre los niños. La superviviente, trastornada por sus actos previos, se tira del último piso del palacete, rectificando la caída con sus recién adquiridas alas y emprendiendo el vuelo.

Simnett invierte las reglas del cuento de hadas tradicional

La niña ganadora del juego se había convertido en cuervo al superar las pruebas, concluyendo un bucle narrativo que sugiere que el pájaro se reencarna en la más fuerte de sus víctimas.…

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