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Silencio y olvido

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MARIA GIMENO

Queridas Viejas, 2018, mostrando la obra de Hilma af Klint. Real Escuela Superior de Arte Dramático de Madrid, © María Gimeno.

A propósito de Queridas viejas y Habitando ausencias, de María Gimeno*

Pocos inicios contienen el poder para despertarnos de un bofetón, todavía caliente días después, y alertarnos sobre las estructuras ideológicas a nuestro alrededor, como el de Old Mistresses (1981), escrito a cuatro manos por Griselda Pollock y Roszika Parker: “Los historiadores del arte del siglo XX, aunque las ignoran, poseen las fuentes suficientes para demostrar que las mujeres artistas han existido siempre. El silencio es total en las populares obras que rastrean la historia del arte occidental, tales como La historia del arte de E. H. Gombrich o Historia del Arte de H. W. Janson. Ninguno de los dos menciona a las mujeres artistas en absoluto” (traducción propia). ¿Cómo es posible que algo tan evidente nos haya pasado desapercibido? Las obras canónicas de la Historia del Arte, como disciplina, han continuado impunemente la desigualdad de género. No solo eso: nada parece haber cambiado a grandes rasgos desde entonces. Dominada por esa conmoción, pero con la actitud decidida de hacer justicia, la artista zamorana María Gimeno tomó para su performance Queridas viejas la traducción literal del ensayo de Pollock y Parker, al que llegó tras la lectura de The Subversive Stich (1984), de esta última. Aunque ambos libros son antiguos, ninguno de los dos está traducido al castellano, y nada parece contradecir de momento este hecho.

María Gimeno ha desarrollado la obra Queridas viejas, que disecciona, restituye y dinamita el canon oficial de la Historia del Arte

En ese sentido, desde 2014 María Gimeno ha desarrollado la obra Queridas viejas, que disecciona, restituye y dinamita el canon oficial de la Historia del Arte. El objetivo principal es ir abriendo con un cuchillo de cocina partes de La historia del arte de Gombrich para ir insertando las páginas de las artistas ignoradas y, por tanto, olvidadas en el tiempo. Con un total de dieciocho actuaciones, la última en la Facultad de Geografía e Historia de la Universidad de Valencia, también es un elogio indirecto, y profundo, del poder de la literatura para movernos emocionalmente y fabricar los discursos dominantes.

Por un lado, como la propia artista explica al principio, y se desprende igualmente de su lectura, la ausencia de mujeres pasa desapercibida en el libro de Gombrich debido a su estilo fluido y cercano. Consciente de estar dirigiéndose al gran público, desconocedor de muchas cuestiones culturales y estilísticas, elabora una narración literaria cercana al punto de vista del artista, en definitiva, comprensible hasta para los niños.…

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