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Ser un misterio

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Cabello / Carceller, The State of the Art (still), 2015.

El pabellón de España en la Bienal de Venecia tiene un raro privilegio: ser el primero en situación en los Giardini. Este pequeño apunte puede parecer poco importante, pero a mi juicio resulta destacable porque precisamente esto, ser el primero que se visita, ayuda mucho a la hora de valorarlo, cuando ni el cansancio ni la sobreabundancia de obras ha saturado aún la retina.

En la 56 edición del evento veneciano, ha sido el proyecto Los Sujetos de Martí Manen el elegido para mostrar el panorama artístico español; y lo hace con Francesc Ruiz, Cabello/Carceller y Pepo Salazar. Manen cuenta de su proyecto que busca reconocer al otro Dalí, al olvidado por la Historia, al no reconocido, al no comercial.

En la 56 edición del evento veneciano, ha sido el proyecto Los Sujetos de Martí Manen el elegido para mostrar el panorama artístico español; y lo hace con Francesc Ruiz, Cabello/Carceller y Pepo Salazar

Su pabellón sugiere a Dalí sin estar este presente en ningún momento. La sala principal, de un color rosa chillón, nos indica ya sobre qué Dalí estamos hablando; se trata del kitsch, del hortera, del ambiguo, del que no se definió nunca. Es aquí, en esta entrada, donde una serie de vídeos con distintos comisarios y críticos hablan de lo que fue el artista y de cómo enfocaron su figura a la hora de trabajar con su obra. Y aquí también está Dalí, en vídeo, entrevistado en la televisión americana y mostrando de sí mismo lo más performativo del personaje.

La performance es la clave del proyecto, como cuenta Manen, y así lo interpreta cada artista presente en el pabellón. Francesc Ruiz recrea dos quioscos de prensa; en uno de ellos sitúa los periódicos que se publicaron el día que El Tribunal Supremo absolvió a Silvio Berlusconi por inducir a la prostitución de menores, y en otro homenajea al cómic con historietas homosexuales de los 70 y 80, siendo el cómic un género en el que el artista trabaja habitualmente.

La sala principal, de un color rosa chillón, nos indica ya sobre qué Dalí estamos hablando; se trata del kitsch, del hortera, del ambiguo, del que no se definió nunca

Pepo Salazar llena dos salas de una instalación de luz que se adecúa específicamente al espacio donde se expone, y que dificulta, intencionadamente, el acceso a las mismas. Lo pop, como pop y como popular, no podría estar más presente, con un retrato de una Britney Spears calva, no en su mejor momento, y grandes vitrinas transparentes llenas de cheetos.…

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