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Vista de Jardín satélite. Cortesía de Tenerife Espacio de las Artes (TEA)

Jardín satélite
Tenerife Espacio de las Artes (TEA)
Hasta el 26 de septiembre de 2021

Dicen los que de esto saben que los algoritmos se inventaron en Babilonia para calcular raíces cuadradas. No seré yo quien lo discuta. Siquiera porque el dato emerge súbitamente en mi conciencia tan solo porque doy vueltas y vueltas en torno a la exposición Jardín satélite sin lograr comenzar esta reseña sobre la misma. Comisariada en TEA por Gilberto González y Silvia Navarro, la muestra reflexiona sobre la naturaleza como constructo artificial y falaz. Quizá sea así o tal vez es, simplemente, que “la naturaleza ama esconderse” (Heráclito dixit). Pero, oculta o inexistente, el caso es que para decir algo sobre esta estupenda exposición estoy obligado a hacerlo también sobre eso otro, la naturaleza, que no tengo la menor idea de lo que es. De ahí que, a trompicones, me decida por comenzar con la referencia al algoritmo que opera en Orchid disorder, la especie de fósil artificial que Yosi Negrín aporta a este jardín, que no es colgante como los famosos de Babilonia, sino, a decir de sus curadores, satélite.

“buscar las raíces es una manera subterránea de andarse por las ramas”

El asunto de las raíces de las orquídeas tiene también su aquel —unas breves consultas en internet bastan para constatarlo— y, fuese por esto o fuese por otra razón, el caso es que Negrín se puso un día a calcular las raíces de unas orquídeas cuyas imágenes capturó en internet, al modo de los algoritmos de aprendizaje automático. De resultas no le salieron raíces cuadradas —ciertamente Negrín no es en esto muy babilonio— sino unas proliferaciones que atraviesan las paredes del museo y unas refracciones en una pantalla de televisión con líquidos de colores vibrantes.

No creo que este artista compartiese el aserto de José Bergamín que dice que “buscar las raíces es una manera subterránea de andarse por las ramas”. Y me da que Cristóbal Tabares tampoco. Al menos a juzgar por la meticulosidad con que ha pintado las distintas etapas de la vida de su abuela, desde la niñez hasta la ancianidad. Tabares la retrata en la serie Isolina, siempre en el mismo patio, rodeada de macetas, con una pasmosa mezcla de candor y examen biológico.

A Jonas Mekas también le gustaban las plantas

Gran asunto la maceta. En esto Tabares como Michal BarOr, solo que en su vídeo Bugs of War esta artista ya la coloca en primer plano, en la ventana de su apartamento de Tel Aviv.…

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