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Yo soy otra, y otra, y otro: Marie Høeg, Bolette Berg y sus retratos privados

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Marie Høeg y Bolette Berg

Dice Roland Barthes en La cámara lúcida que “la Fotografía es el advenimiento de yo mismo como otro”. Un espacio en el que poder jugar y experimentar con nuestras identidades y en el que está permitido subvertir las normas. El hecho de posar y de hacer una fotografía es un artificio, un lapso en el tiempo y en el espacio en el que ficción y realidad se entremezclan. Asimismo, la fotografía, pone de manifiesto la necesidad de ver y de ser visto y el deseo de poseer imágenes, tanto propias como ajenas. Y de entre todas las posibilidades que ofrece este medio, el retrato y el autorretrato se erigen como el principal campo para experimentar con nuestra subjetividad. Una suerte de performance en la que la fantasía, el juego y el deseo están permitidos.

Los avances científicos aplicados a la tecnología fotográfica facilitaron muchos de los pasos del proceso fotográfico, hicieron los equipos más ligeros, disminuyeron los tiempos de exposición del negativo y mejoraron la calidad de la impresión. De este modo el retrato se convirtió en algo cada vez más asequible presentándose así una oportunidad sin precedentes para hacer visible la diversidad de la gente. Desde mediados del siglo XIX, el número de estudios fotográficos se multiplicó en prácticamente todos los países europeos. Pero va a ser en Noruega donde se sitúe uno de los ejemplos más interesantes ligados al autorretrato y a la experimentación con los roles de género en fotografía. Lo que podía haber sido una historia más acerca de un estudio de fotografía regentado por mujeres, algo bastante habitual a finales del siglo XIX, se convirtió en la década de 1980, con el descubrimiento de cientos de negativos en una caja, en un caso único y fascinante: el de las fotógrafas Marie Høeg y Bolette Berg.

Uno de los ejemplos más interesantes ligados al autorretrato y a la experimentación con los roles de género en fotografía

LA VIDA EN HORTEN: BERG & HØEG FOTOATELIER Y EL ACTIVISMO FEMINISTA

Marie Høeg nació en Langesund, un pequeño pueblo al sur de Noruega en 1866. Será en otro pueblo cercano, Brevik, donde empezará sus estudios de fotografía que completó en Finlandia y, posiblemente, en San Petersburgo. Las ciudades finlandesas de Ekenäs y Hanko serán fundamentales en su vida por dos motivos: el primero, porque en Finlandia entrará en contacto con el movimiento de mujeres que inspirará su importante labor política y activista. Y el segundo, porque allí conocerá, a principios de 1890, a su compañera y socia Bolette Berg (Nannestad, Noruega, 1872), también fotógrafa, con quien iniciará una andadura profesional y personal que durará el resto de su vida.…

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