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La inadvertida Galicia

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Cuando procedemos a estudiar y valorar el trabajo de artistas extranjeros cuya obra ocupa las salas de los grandes museos o de las proverbiales galerías de arte que todos conocemos, nos preguntamos si sus contextos de origen, quizá en Berlín o París, tal vez en Nueva York, hayan constituido un elemento tan importante como para facilitar el razonable desarrollo de su trabajo. Y no tanto en cuanto a creación, sino en lo referente a su difusión. De ser así, esto pondría sobre la mesa que hay más posibilidades de que la carrera de un artista pase inadvertida en un lugar pequeño, alejado del feudo cultural de turno, que en grandes núcleos con reconocido pedigrí. Así ocurre en Galicia, lugar que ha visto la aparición de un grupo inesperado de artistas sonoros que ha llevado su obra a las instituciones y que pide a gritos ser un referente estatal, como así se lo ha reconocido ya una parte de la crítica.

Hablamos, además, de un campo de tan difícil popularidad como el Arte Sonoro, con escasa cabida, hasta hace unos cuantos años, en el museo, y que incluso en el resto del Estado, ha encontrado tímidamente su espacio a través del trabajo de grandes autores como Llorenç Barber, José Iges y Concha Jerez (esta última galardonada con el Premio Velázquez de Artes Plásticas el pasado año 2017). Tres de los nombres de un nutrido grupo de artistas españoles que han facilitado la visibilidad del Arte Sonoro y gracias a los cuales se han llevado a cabo exposiciones y eventos de referencia. Pero, con todo, la contagiosa y prolífica actividad que ha tenido, y tiene lugar en Galicia, merece ser objeto de un digno análisis, tanto por parte de los estudiosos y especialistas, como por los artistas y, muy especialmente, por la sociedad, que debemos abandonar, por si aún persiste, la idea de que aquí no ocurre nada.

Un hervidero excitante de propuestas que ya no hablaban de la materialidad de la obra sino de cuestiones de una rareza nueva, como el paisaje sonoro

Aquí sí ocurre. En el año 2006 nace el colectivo Escoitar.org, un proyecto que, por fin, reconocía el sonido como parte de un patrimonio cultural común, dándole valía a la escucha, abriendo su contenido a cualquiera que lo desease, en forma de plataforma colaborativa y democrática, con voluntad de trascender. Durante los diez años que duró (2006-2016), Escoitar.org amparó y dio a conocer la obra de artistas sonoros gallegos como Berio Molina, Carlos Suárez, Chiu Longina, Enrique Tomás, Horacio González, Julio Gómez, Suso Otero o Xoán-Xil López.…

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