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La Extraviata. ‘Expografía’ de Amalia Fernández

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Amalia Fernández, Expografía.

Amalia Fernández
Expografía
Producido por Teatros del Canal y CA2M, Madrid.
12, 18, 19, y 20 de enero de 2019

Nos sentamos en las baldosas frías, que suenan a otro momento, quizás a antes de la crisis. El edificio de Navarro Baldeweg siempre me ha gustado, aunque nunca lo confieso porque parece un edificio grandilocuente y sí, quizá excesivo. Es de un momento de Madrid en el que la política parecía autolegitimarse sin dar ninguna explicación; en el que la producción cultural eran suelos refulgentes y edificios vacíos, en el que la escena era una butaca y la performance algo lejano que sucedía en Berlín.

Hoy nos sentamos en el suelo, al mismo nivel que el objeto que se nos pide ver. Suena Estate de John Pizarelli. Amalia Fernández y Catherine Sardella ponen post-its en una escalera mecánica. Es Canción de verano, basada en la pieza Kratimosha (2009). Frente a lo mecánico de la acción, la mirada construye un marco que se llena de contenido:

Estate
Sei calda come i baci che ho perduto
Sei piena di un amore che è passato
Che il cuore mio vorrebbe cancellare

Estate
Il sole che ogni giorno ci scaldava
Che splendidi tramonti dipingeva
Adesso brucia solo con furore

Y curiosamente, es el ritmo del ojo quien lo da, no la música. Eso se repetirá durante toda la experiencia de Expografía: la mirada crea tiempo, crea secuencia y parece haber una composición artística donde sólo había “frases hechas” espaciales. Cuerpo que crea arquitectura/arquitectura que crea cuerpo. En un dispositivo de artes escénicas hay una serie de rituales que son esperables y que configuran una determinada manera de estar, de percibir, de actuar, de mostrarse ante uno mismo y ante los demás. Lo mismo sucede en un contexto expositivo: hay rituales que marcan las coreografías de aproximación al objeto, al otro, al espacio.

Uno de los principios de esta historia se sitúa cuando Amalia Fernández fue invitada por Mathieu Coppeland a participar como performer en Una exposición coreografiada

Uno de los principios de esta historia se sitúa cuando Amalia Fernández fue invitada por Mathieu Coppeland a participar como performer en Una exposición coreografiada, que acogió el Centro de Arte 2 de Mayo (CA2M) de Madrid en otoño de 2017. Junto a ella estaban Joaquín Abella, Pablo Durango, Amalia Fernández, David Herráez, Inma Marín, Lara Ortiz, Patricia Roldán y Tania Arias Winogradow. La muestra se articulaba en torno a la noción de partitura como escritura de un acontecimiento temporal y físico.…

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