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Glenda León. Inmolarnos ante los dioses muertos

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Vista de instalación de Mundo interpretado para piano de Glenda León, Espacio Cultural El Tanque, Santa Cruz de Tenerife, 2025. Javier Sicilia

«Vivimos las muertes de los Dioses y ellos viven las nuestras»1CASTILLO DEBALL, M. y WAGNER, R. ([2010] 2018). Antropología de Coyote: una conversación en palabras y dibujos. Traducción de Maia Fernández Miret. Ciudad de México: Surplus Ediciones, p. 13.. La aseveración que le hace Coyote a Roy en el diálogo libresco Antropología de Coyote, con el que el antropólogo cultural Roy Wagner vino a agitar las aguas de su disciplina, viene con fuerza a mi mente cuando recapitulo sobre la instalación Mundo interpretado para piano que la artista Glenda León (La Habana, 1976) exhibe estos días en el espacio cultural El Tanque de Santa Cruz de Tenerife.

Ekam, Cagn, Brekyirihunuade, Dagda, Gici Niwaskw, Allah, Numbakulla, Adroa, Yhi, Arebati, Adonai, Beher, Altjira, Ñanderevusú, Gitche Manitou… Los nombres de 214 divinidades de distintos lugares y épocas están en el origen de esta intervención y, según sus respectivas cosmogonías, tales deidades habrían estado también en el comienzo mismo del mundo. Dioses hoy fenecidos o en vías de desaparición, aniquilados por otros dioses de pueblos hostiles, arrollados por la impetuosa marcha hacia la conquista del futuro de una modernidad que no cultiva la magia ni la plegaria.

Antiguo depósito de crudo salvado del desmantelamiento de la vieja refinería de Santa Cruz de Tenerife, reciclado mediante una intervención del equipo de arquitectos AMP, hay algo de la progenie de Giorgio de Chirico en la pregunta por la ausencia de los dioses que Glenda León formula en el interior de esta bestia industrial, en el enigma que hace vibrar en este vacío. Pero donde el pintor metafísico transmite tensión abisal, la creadora multimedia opta por señalar la calma en el ojo del torbellino.

Vista de instalación de Mundo interpretado para piano de Glenda León, Espacio Cultural El Tanque, Santa Cruz de Tenerife, 2025. Javier Sicilia

Sincronizada con Javier Sicilia, comisario; Kiko Faxas, compositor, y Pablo Pol, pianista, Glenda León transcribió al sistema braille los nombres de los dioses, esos nombres propios que, como todos los nombres propios, no se traducen, sino que se trasponen entre todas las lenguas con su estructura sonora intacta. Así mismo, obstinada en el desarreglo de los sentidos, la artista desintegró estas palabras mediante el aplanamiento del relieve de los signos codificados para ciegos. De este modo, ilegibles para el tacto, volatilizó su estructura sonora intacta. Pero, desprovistos ya en estos desechos de significado y de significante, los residuos de los nombres de los dioses genesiacos volverían aún a transformarse en sonido, pues del braille aplastado mutaron a otra escritura: León y Faxas los transcribieron como partituras sobre hojas pentagrameadas que, cuando los dedos ejecutantes de Pol no las hacen sonar en un piano de cola, se escuchan en el interior de El Tanque mediante una grabación amplificada que inunda todo el espacio.…

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