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Feminismo y arte en el mundo árabe contemporáneo

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Neshat Shirin, Moon Song

Me convertí en feminista antes de leer nada en el mundo occidental. El feminismo no es un invento occidental, está en todos los países. (Nawal El Saadawi)

A menudo las sociedades árabes, cuya realidad hemos sistemáticamente menospreciado, generan procesos, situaciones, acontecimientos, que hacen de ellas algo vivo, dinámico. Lejos, pues, de ser monolíticas, estas sociedades han experimentado, al igual que el resto del mundo civilizado en las últimas décadas, una serie de fenómenos sociales, políticos y culturales, que han modificado su entorno y que explican los movimientos de resistencia y las crisis de identidad surgidas, el valor de la religión, y, en el ámbito cultural, la aparición del arte feminista árabe (e islámico).

No debemos olvidar que, mientras que en Estados Unidos y Europa las mujeres comenzaban a conquistar algunos de los derechos que hasta entonces se les habían negado en muchos países árabes –véase la primera y segunda ola feministas–, sumergidos en un letargo social premeditado y sostenidos por regímenes corruptos y totalitarios, esta labor se hizo difícil y compleja. Aunque no por ello fue inexistente.

Y no sólo eso. El feminismo y el arte feminista árabe presenta características únicas, independientes –aunque inspiradas– a las de los movimientos análogos de Occidente.

Todas estas artistas establecen vínculos con la religión con la intención, por un lado, de repensar su influencia en los países musulmanes, y por el otro, de presentar el Islam como un elemento de identidad necesario

El arte feminista de estas sociedades surge como reflexión crítica a los conceptos “mujer” y “femenino”; como una forma de cuestionamiento a los roles sexuales, laborales y familiares desempeñados; como enfrentamiento a los hándicaps políticos, ideológicos y culturales que afectan a las mujeres árabes.

El Islam ocupa un lugar preeminente. Todas estas artistas establecen vínculos con la religión con la intención, por un lado, de repensar su influencia en los países musulmanes, y por el otro, de presentar el Islam como un elemento de identidad necesario, punto de cohesión para todo un colectivo que se resiste a renunciar a su fe, pero que se indigna con la invisibilidad que una religión dominada por hombres les brinda.

Newsha Tavakolian, Yara el-Sherbini o Sükran Moral revolucionan el arte feminista de estos países con su plástica incendiaria y simbólica en época contemporánea. La primera, cuya obra entronca con el fotoperiodismo, ha presentado recientemente I Know Why the Rebel Sings, un arriesgado trabajo que reúne varias fotografías de mujeres guerrilleras luchando contra el ISIS.…

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