El retorno de lo real
Hal Foster
Editorial Akal, Madrid, 2001 (1996)
El retorno de lo real rastrea algunas genealogías del arte (norteamericano) y la teoría desde 1960 hasta principios de los noventa. Su autor, el crítico Hal Foster, estudia sus orígenes y precedentes planteando evocadoras reglas aún hoy válidas: revisa la relación entre la neovanguardia y las vanguardias históricas proponiendo un eje de lectura combinatorio y diagonal. Según Foster la visión vertical de la historia del arte como una sucesión de hechos encadenados y la visión horizontal que aspira a una ruptura con el pasado y a la ampliación del eje de competencia artística deben combinarse, y él lo hace a través de dos nociones que recorren parte del libro: el parallax y la acción diferida. Con ellas explica cómo la percepción del pasado varía con nuestra posición en el presente y cómo un acontecimiento se significa a partir de otro posterior. De esta manera el análisis que se hace ahora de El retorno de lo real diferirá seguramente del que se hizo a mediados de los noventa. En esta relectura a través de su misma estrategia merece la pena rastrear algunos de los ejes y problemáticas del arte actual, ya que muchas de las tensiones artísticas que apuntaba Foster siguen vigentes o incluso han cobrado mayor protagonismo.
La percepción del pasado varía con nuestra posición en el presente
En el capítulo que da nombre al libro se explica la opinión que Bataille tenía de Bretón: decía de él que era una víctima juvenil que adopta una pose rebelde no con la intención de derogar la ley sino con la de provocar su castigo. Foster recuerda esta disputa por su posible aplicación al arte abyecto (Mike Kelley, John Miller, Paul McCarthy, etc), pero esta supuesta provocación del artista a la ley paterna como para asegurarse de que sigue allí, “en el mejor de los casos pidiéndole neuróticamente castigo y en el peor demandando neuróticamente orden” es algo que actualmente se tiene en cuenta para juzgar parte del arte político de años posteriores. Sin embargo, habría que añadir que, aún buscando el castigo o la llamada al orden, gran parte de ese arte no busca en última instancia la reprimenda sino la visibilización de los procesos represivos y sus estructuras.
Foster a continuación expone que para no pocos (no especifica si él se encuentra entre ellos) en la cultura contemporánea la verdad reside en el sujeto traumático o abyecto ya que este cuerpo constituye la base de importantes verdades y pruebas contra el poder.…
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