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De tempestades y abrigos. Galerna-Sòl y las cartografías imposibles

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Galerna, Jon Cazenave, Kutxa Kultur Artegunea, Tabakalera, 2020

Galerna-Sòl
EACC. Espai d’Art Contemporani de Castelló
Hasta el 20 de febrero de 2022

Un temporal súbito, impredecible, y violento. Las galernas son fenómenos temidos en las costas del norte por su virulencia, su irrupción en días apacibles en los que el tiempo se gira. De repente, el cielo se cierra, fuertes ráfagas de viento golpean la costa, las temperaturas descienden y la humedad aumenta rápidamente. El mar se enfurece y el oleaje azota sin descanso. Galerna es también el título bajo el que el fotógrafo vasco Jon Cazenave ha publicado su trabajo de los últimos quince años en un fotolibro que recorre los paisajes de su tierra en una exploración introspectiva hacia sus raíces. El proyecto se expuso en el centro internacional de cultura contemporánea Tabakalera en 2020, y en 2021 llega al Espai d’Art Contemporani de Castelló, comisariado por Julián Barón, y transformado en Galerna-Sòl.

Las galernas son fenómenos temidos en las costas del norte por su virulencia

Jon Cazenave, Galerna

Galerna nos arrastra hacia un viaje antropológico de largo recorrido, en el que la mirada de Cazenave se proyecta sobre unos paisajes que se transforman con los elementos atmosféricos. Lo etéreo como la luz, el viento, las nubes, la nieve, el agua, o la humedad tienen tanta presencia como las rocas, los árboles, o las cuevas a los que envuelve en sus atmósferas y brumas. Es el medio en el que el artista se ha construido, los fenómenos que ha observado durante años y que ha capturado en imágenes de una enorme potencia simbólica. Pero en Castellón, Cazenave se enfrenta a una nueva propuesta. La de trasladar su mirada desde el paisaje vasco al mediterráneo para extender su Galerna, su forma de relacionarse con la tierra, a un territorio que le es ajeno. La de trabajar bajo un sol que emite otras luces, en un suelo —sòl en valenciano— de composiciones arenosas diferentes y heridas particulares. Y, además, hacerlo en un marco temporal muy concreto, apenas unos meses.

Galerna nos arrastra hacia un viaje antropológico de largo recorrido

Adentrarse en el espacio expositivo es transitar el recorrido entre geografías dispares a través de un mapa de miradas cruzadas y tiempos fracturados. Entrar supone dejarse llevar por la fuerza de las olas, las montañas y las nubes, hasta caer en un agujero y desgravitar el anclaje al horizonte. Literalmente, la fotografía que preside el primer pasillo y hacia la que avanzamos inexorablemente nos muestra un agujero, un ombligo en la tierra, que nos atrae y nos aterra.…

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