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Desacuerdos: Sobre arte, políticas y esfera pública en el Estado español

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Desacuerdos

Desde el momento en que se publicó el primer número de Desacuerdos, el principal objetivo de sus autores fue el de construir una visión alternativa que reinterpretara desde una perspectiva crítica las narraciones dominantes de la historia del arte en España desde finales de los años sesenta hasta nuestros días. Se trataba de proponer modelos historiográficos distintos así como de indagar en aquellas prácticas que no encajasen con las estructuras y las políticas prevalentes en España, avanzando nuevos recorridos y escenarios que hasta el momento habían quedado al margen.

Este tipo de propuesta era particularmente pertinente en una situación como la española, que ha venido caracterizándose por una narración del arte contemporáneo interferida por las políticas oficiales. Asimismo, es preciso señalar, como ya lo hiciera Valentín Roma1ROMA, Valentín, “A critical approach to the Project ‘Desacuerdos’”, Afterall: A Journal of Art, Context, and Enquiry, nº 33, verano 2013, p. 123., que Desacuerdos surgió dentro de un panorama expositivo dominado prevalentemente por una estética hegemónica dictaminada por las grandes instituciones, que establecían un canon artístico estático y profundamente ligado a los mecanismos del mercado.

Se trataba de proponer modelos historiográficos distintos así como de indagar en aquellas prácticas que no encajasen con las estructuras y las políticas prevalentes en España

Desacuerdos iniciaba su andadura planteando algunas líneas de investigación enmarcadas en “1969-… Algunas hipótesis de ruptura para una historia política del arte en el Estado español”, “Líneas de fuerza” y “Casos de estudio”. De este modo, Marcelo Expósito presentaba en “1969-…” un importante texto en el que establecía la necesidad de una narración heterogénea y polifónica atendiendo al mismo tiempo a una concepción diagramática de la historia. En “Casos de estudio”, José Díaz Cuyas y Carmen Pardo propusieron desde una visión crítica el estudio de los Encuentros de Pamplona, mientras que, en el segundo número, Jorge Luis Marzo y Jesús Carrillo abordaban respectivamente el estudio de la política española de promoción cultural durante los primeros años 2000 y el análisis de la página web Aleph, cuyo responsable fue José Luis Brea. “Líneas de fuerza” sugería gracias a Alberto López Cuenca una visión crítica sobre la célebre feria de arte contemporáneo ARCO y Teresa Vilarós trataba en un interesante artículo la transición española a partir de una perspectiva biopolítica.

Otro de los méritos atribuible a Desacuerdos es el de trabajar con un rico aparato documental claramente presente en todos sus números y que ocupa un lugar especialmente preponderante en el tercero.…

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