post_type:dossier
Array ( [0] => 84469 [1] => 84470 [2] => 84471 [3] => 84472 [4] => 84473 [5] => 84474 [6] => 84475 [7] => 84476 [8] => 84477 [9] => 84478 [10] => 84479 [11] => 84480 [12] => 84481 [13] => 84482 [14] => 84483 ) 1
size_articulos_ids: 15
Current ID: 84479
Current pos: 10
Articulo anterior: Anthony Hopewell
Articulo siguiente: El Loop / Diario de una deriva (VI)
prevID: 84478
nextID: 84480
anterior

Miguel Palma

siguiente
Miguel Palma. Ariete Project, 2005. Photographs of the journey and visits to several European museums. Courtesy of the artist and Galeria Graça Brandão, Porto

Proyecto Ariete

20 Mayo – 19 Junio / 2005. El artista portugués Miguel Palma (Lisboa, 1964), desarrolló el Proyecto Ariete, a bordo de un automóvil marca Porsche, con el que recorrió más de 16.000 kilómetros en 30 días y visitó 46 museos y centros de arte contemporáneo de diversas ciudades europeas.

El viaje le llevó, entre otros, por los siguientes países e instituciones artísticas: España (ARTIUM, MACBA), Francia (Palais de Tokio, C. Georges Pompidou), Bélgica (Muhka, SMAK), Holanda (Stedelijk Museum, De Appel Foundation, Van Abbe Museum, Witte de With), Inglaterra (White Chapel, Tate Modern, Tate Liverpool, Baltic), Suecia (Magasin 3 Estocolmo, Malmö Konsthall), Alemania (Kunstwerke, Hamburger Banhof, Ludwig Museum, Schirn Kunsthalle, K21), Austria (MAK, Secession, Kunsthalle Viena), Suiza (Kunsthalle Basilea, Migros Museum, Kunsthalle Zurich), Italia (Castello di Rivoli). Toda una odisea de museos…

Unas veces con cita previa y otras lanzándose al vacío de la incertidumbre, Palma se presentaba uniformado como un piloto aéreo polaco, portando una especie de ariete transparente que contenía un foco, un casco y una caja negra, además de documentación sobre su propio trabajo. Los encuentros y diálogos -cordiales o reacioscon los equipos de los museos, la curiosidad de la gente ante la apariencia de un show televisivo, la propia inercia del viaje, desde el extremo atlántico de Lisboa hasta la mittleuropa más consolidada, todos estos elementos constituyeron la experiencia del proyecto. Acompañado por otro vehículo de seguimiento con asistentes, los avatares de este tour artístico fueron registrados en diversos soportes (cientos de fotografías, horas de vídeo, documentos escritos) que ahora se convierten en la propia obra, concretándose en un producto audiovisual final.

Reality show u odisea promocional, el ariete periférico se abre camino. Si el curador no va al taller, el artista tendrá que ir al museo.…

Este artículo es para suscriptores de ARCHIVO

Suscríbete