The Sunset of Fame, 2006–07
¿Qué sucede cuando los famosos desaparecen de debajo de los focos? ¿Dónde van esos actores, esas actrices que alegraron el pasado, la vida de nuestros padres, nuestra infancia? La mayoría de ellos no han conseguido crear una familia que les cobije ni mucho menos unos ahorros que les garantice una vejez digna. Pero hay fragmentos del paraíso también en la tierra. Lucia Ganieva (1968, Olenegorsk, Rusia) ha encontrado uno de estos fragmentos en una de las islas que forman San Petersburgo, en Rusia. Una residencia para artistas retirados creada en 1895. Un conjunto de tres edificios se levanta entre jardines, allí los ancianos viven en habitaciones individuales, pero son ancianos un poco especiales: son antiguas estrellas de la canción, el cabaret, el teatro, las variedades. Estrellas retiradas de la escena mantienen sus espacios como pequeños museos de su pasado, fotos, recuerdos, la memoria documentada de que un día fueron hermosas, jóvenes y famosas. Un prueba de memento mori, de que el tiempo nos alcanza a todos, de que la decadencia y la muerte, el olvido final, nos espera a todos. Ganieva inmortaliza a 24 de estas antiguas estrellas en dípticos que nos muestran como son hoy, un retrato en su ambiente, y como en un espejo que nos devolviera al pasado, la otra cara: cómo eran, quienes eran cuando eran jóvenes y famosas. Desde los 60 hasta los 97, con una media de 84 años, estas mujeres reviven su pasado y se sienten actrices para siempre, hasta el final. Una sociedad aislada en gran medida del paso del tiempo, de la realidad. Una distopía real en la que se vive a la vez el hoy y el ayer. Como una de ellas le dijo a Ganieva : “Yo soy una actriz y seré una actriz hasta que muera”.
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