Los sujetos de mi obra no son freaks, degenerados o grotescos. Son nosotros mismos. En esta era sumamente violenta y visualmente empapelada, he elegido evocar a la oscuridad en vez de la luz: como hicieron Goya, Blake y Redon. Porque reivindicamos la Locura Divina como una elección honrada en una sociedad vacía de honor humano. Los temas de mi obra son las cosas que constituyen la existencia humana, la historia, la belleza. La obra tiene en su propia esencia la evidencia de la conciencia presentada como metáfora fotográfica. Me esfuerzo por crear experiencias que nadie haya visto ni sentido jamás.
Joel-Peter Witkin. Albuquerque, Septiembre 2002
Fotografías como The Kiss y Still Life, Marseilles fueron utilizados por el senador estadounidense Jesse Helms en su cruzada para acabar con las becas concedidas a artistas. Durante el debate parlamentario del 14 de septiembre de 1993, afirmó lo siguiente: Bueno, señor Presidente, déjeme contarle algo sobre el premio fotográfico que el National Endowment for the Arts (NEA) concedió a un hombre llamado Joel-Peter Witkin. Witkin es lo que el NEA estima un “artista visual”. A lo largo de la pasada década, ha recibido cuatro premios Fellowship del NEA. El año pasado el NEA le dio un premio de 20.000 dólares basándose en obras como estas fotografías. Espero que el cámara enfoque bien sobre esto. Esta imagen es de una cabeza de un cadáver, cortada en dos -justo por el centro- y extendida para que parezca la fotografía de dos hombres besándose. El señor Joel-Peter Witkin recibió una beca de 20.000 dólares por una serie de fotografías como esta. Pero la mayoría son peores que esta. Los expertos en arte del NEA, auto-denominados expertos, fueron quienes revisaron la obra de Witkin en 1992, y le llamaron, si esto lo puede creer, señor Presidente, “un talento de envergadura”. A lo que yo digo: “estupideces”.
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