La realidad soñada
Detrás de los personajes que habitan las pinturas de Guillermo Pérez Villalta (Tarifa, 1948) existe un mundo construido. Lugares donde estar, donde vivir, donde actuar. La arquitectura como paisaje y como gran madre que nos acoge en su seno. La importancia del lugar, y con ella la esencialidad del detalle. Nada en la obra de Prez Villalta ha sucedido al azar, todo procede de la experiencia y de la vida. El que fue artista de culto en su generación se ha ido transformando en lo que siempre estuvo presente en su forma de mirar y de hacer. Ha cerrado un circulo invisible y ha hecho de la cultura y del conocimiento, de la observación de lo que podría resultar imposible de imaginar, su territorio de cultivo. La fotografía, un arte largamente desarrollado por él como complemento a su mirada curiosa, nos aporta vistas de un viaje que es la propia vida. Nuevamente aquí el lugar, la construcción, es lo esencial, junto con esa otra parte intangible que adivinamos, como adivinamos vida más allá de la muerte, como pensamos que actúan y se comportan sus personajes cuando salen de la escena pintada. Estas construcciones fotografiadas podrían haber sido imaginadas en sus pinturas, construidas como escenarios de fragmentos de vidas imaginadas.
Detrás de los personajes que habitan las pinturas de Guillermo Pérez Villalta existe un mundo construido
…Este artículo es para suscriptores de ARCHIVO
Suscríbete