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Chrystel Lebas

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Azure, Untitled 58, 2010. Courtesy of the artist

Azure

“El azul es la oscuridad haciéndose visible”.

Gaston Bachelard, Aire y sueños, 1988.

Azure es el nombre que se le da al cielo de un profundo azul. Tiene una intensidad específica. Evoca al mismo tiempo el horizonte, lo ilimitado, lo celestial, lo radiante, lo opaco, lo nocturno y el vértigo.

Las fotografías se tomaron entre la noche y el día, del amanecer hasta el anochecer, cuando la efectividad de nuestros sentidos se somete a cambios, y se dirige hacia un deslizamiento entre un estado y otro, de lo visible a lo invisible, de lo palpable a lo impalpable.

En contraste al sentimiento de paz, este tiempo crepuscular particular puede también provocar un sentido de pérdida: en este estado de cercana oscuridad el espectador pierde todo el sentido de la realidad, el sentido de la visión se reduce y, como consecuencia, los sentido del tacto y del oído se intensifican, provocando sentimientos profundos de ansiedad o aprehensión.

Me interesa la idea del anochecer como un umbral que significa el paso de un estado a otro y asociando la expresión francesa “entre chien et loup” a un elemento de exclusión, tocando el concepto de sublime en nuestra cultura y a través de la fotografía.

Los lugares de las fotografías son misteriosos, se aproximan a los límites de los extraño y sugieren paisajes lunares, con señales ocasionales de que el hombre ha estado allí: unos pocos puntos de luz señalan la pequeñez del hombre ante estos inmensos e inspiradores paisajes observaos desde un punto de vista ventajoso que abraza la escena.

Una cámara panorámica rota en un eje y gira sobre sí misma para proyectar el paisaje; su movimiento continuo sobre el área que se fotografía registra la vista en forma de exposiciones múltiples. El tiempo de exposición de 2 a 6 horas ilustra el paso del tiempo, moviéndose del día a la noche de nuevo. Las lentes rotatorias de 146 grados y el arco que marca su rotación se acercan al campo de visión del ojo humano, permitiendo al espectador sentirse rodeado por la imagen.

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