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Anastasia Khoroshilova

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Anastasia Khoroshilova. The Obedient series, 2008. Courtesy of the artist.

The Obedient, 2006

A 114 kilómetros de Moscú está situada la ciudad de Kolomna. Asentada en la confluencia de dos ríos, el Moscova y el Oká, su nombre quiere decir “en el río” (“on the bend”), Tiene, según el censo de 2010, una población de 144.589 habitantes, y fue fundada entre los años 1140 y 1160. Es una ciudad histórica que alberga una comunidad de monjas ortodoxas que forman un colectivo autosuficiente, aisladas del mundo exterior. En el año 2006 Anastasia Khoroshilova realiza una serie de retratos sobre esta comunidad. La titularía “The Obedient”, las obedientes.

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Anastasia Khoroshilova. The Obedient series, 2008. Courtesy of the artist.

La mayor parte del trabajo de Khoroshilova es un estudio artístico antropológico de distintos bloques de población de Rusia. Las tradiciones, la historia, las costumbres, los supervivientes del pasado a través de los habitantes actuales. Un retrato de la Rusia actual como depositaria, en sus gentes y en sus paisajes, de una historia interminable y desconocida, singular y múltiple. Y en esta historia la presencia de la mujer ocupa un lugar entre el olvido y el silencio. Khoroshilova se ha ocupado de la imagen de la mujer en varias de sus series, por supuesto en Russkie (2007) donde mejor se muestra la idea de mezcla étnica, y también en 9’5%plus, el porcentaje de mujeres que forman el ejército ruso en la actualidad. Las mujeres rusas, socialmente, son obedientes. Silenciosas. Así nos la presenta Khoroshilova en sus retratos, fuertes como su paisaje. En Obediente se centra en esta comuna de monjas ortodoxas, con votos de pobreza, obediencia y oración, dedicadas al trabajo comunitario. Aisladas del entorno, viven al margen de una realidad cambiante y ruidosa. Ellas solo viven para el trabajo y la oración, son autónomas y autosuficientes, sin hombres, sin futuro, atadas a la historia, al pasado, a la eternidad, por los hilos de sus votos: obediencia, oración, pobreza. Silencio.

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