El 42º Festival de Otoño de la Comunidad de Madrid, que se celebra del 6 al 30 de noviembre de 2024, es una edición muy especial, ya que cuenta nuevamente con la dirección de Pilar de Yzaguirre, su primera directora en 1984. Este retorno es un homenaje a su figura y al impacto que ha tenido en la escena cultural madrileña y global, convirtiendo el festival en una referencia de vanguardia en el mundo escénico. Con una programación compuesta por 25 espectáculos de teatro, danza, música y performance, y un marcado enfoque internacional, esta edición busca ofrecer una mirada panorámica de la escena actual en 15 países, incluidos Canadá, Francia, Australia, Japón, China y, por supuesto, España.
“The Seven Streams of the River Ōta” es considerada un hito en la historia del teatro contemporáneo
El Festival de Otoño se caracteriza por su habilidad para crear puentes entre Oriente y Occidente, donde las diversas culturas escénicas se encuentran y fusionan. Así, este año se presenta una serie de espectáculos que exploran temas como la memoria histórica, la muerte, la identidad y los desafíos de la naturaleza humana en el contexto de un mundo cambiante. La obra del destacado director canadiense Robert Lepage, The Seven Streams of the River Ōta, ilustra este enfoque de manera excepcional. Esta pieza, que dura siete horas, examina momentos claves del siglo XX, desde la bomba atómica en Hiroshima hasta la pandemia de VIH/SIDA, utilizando una narrativa visual y escénica que es tanto íntima como monumental. Presentada en el marco de la sección Ventana Quebec del festival, The Seven Streams of the River Ōta es considerada un hito en la historia del teatro contemporáneo, ofreciendo una perspectiva única de la memoria colectiva e individual a través de siete historias entrelazadas.
La Ventana Quebec es un apartado del festival que refleja la larga relación de Yzaguirre con la escena cultural de Quebec, y este año incluye a otros tres artistas fundamentales: Wajdi Mouawad, L’Orchestre d’Hommes-Orchestres y la artista indígena Émilie Monnet. Mouawad, libanés exiliado en Canadá, presenta Journée de noces chez les Cromagnons, una obra autobiográfica ambientada en el Beirut asolado por la guerra, donde una familia organiza una boda ficticia en medio de la violencia como acto de resistencia y esperanza. Por otro lado, L’Orchestre d’Hommes-Orchestres rinde homenaje al músico estadounidense Tom Waits, fusionando la música con objetos domésticos para crear una puesta en escena única que ellos mismos describen como “música que se ve”.
Otro de los temas recurrentes en esta edición es la exploración del cuerpo y la danza. Desde China, el TAO Dance Theater presenta 12 & 14, dos piezas de danza minimalista que integran el cuerpo como el “templo del espíritu”, donde el movimiento, sin historia ni narrativa, se convierte en el lenguaje principal. La compañía GöteborgsOperans Danskompani de Suecia también se une a la programación con una propuesta doble: Solo Echo de Crystal Pite y We Loved Each Other So Much de Yoann Bourgeois, explorando temas de pérdida, amor y memoria desde la danza contemporánea. Esta es una oportunidad única para el público de experimentar distintas interpretaciones del movimiento y el cuerpo.
En cuanto a la escena nacional, Amancio Prada fue el encargado de abrir el festival con su interpretación del Cántico espiritual de San Juan de la Cruz, un concierto basado en los textos de uno de los grandes místicos de la literatura española, complementado con canciones de poetas como Gustavo Adolfo Bécquer, Juan Ramón Jiménez y Federico García Lorca. Esta combinación de música y poesía busca conectar al espectador con la espiritualidad y la esencia poética de la cultura española. Por su parte, Carmen Werner, una figura clave en la danza española, también tiene un papel destacado con el estreno absoluto de Cuando quieras, una pieza que explora la línea entre la cordura y la locura, y que se presenta en la Sala Cuarta Pared.
Uno de los eventos más esperados del festival era la interpretación de María Hervás en The Second Woman, obra de la australiana Nat Randall y la neozelandesa Anna Breckon. Este tour de force de 24 horas, que tuvo lugar el pasado sábado 9 de noviembre, fue un ejercicio de resistencia actoral en el que Hervás interactuaba con una serie de personajes masculinos que interpretaban distintos hombres en una relación amorosa decadente. La obra examina la repetición y el desgaste en las relaciones personales, y su formato experimental hace que cada función sea única, ya que se desarrolla en tiempo real durante un día completo, uniendo a la audiencia y a la intérprete en una experiencia compartida de introspección y agotamiento.
Para el público familiar, el festival también ofrece propuestas como Duel opus mômes de la Compagnie Duel, un espectáculo cómico y musical para jóvenes donde los músicos Nathalie Miravette y Laurent Cirade se enfrentan en un duelo de humor y destrezas musicales. Este espectáculo, especialmente adaptado para niños, presenta una combinación de música clásica y comedia visual, buscando captar la atención de los más pequeños y promover su interés por la música y el arte.
El festival se extiende a diversos espacios emblemáticos de Madrid y de la Comunidad, como los Teatros del Canal, el Museo Reina Sofía, el Teatro de La Abadía y otros locales en municipios como Alcorcón, San Lorenzo de El Escorial y Torrejón de Ardoz. Este despliegue espacial tiene como objetivo acercar las artes escénicas a una audiencia más amplia y diversa. A lo largo de la programación, se presentan tres estrenos absolutos y doce estrenos en España, evidenciando la exclusividad y el carácter innovador de este festival que atrae a importantes figuras de la escena mundial.
La edición de este año también destaca por su enfoque en temas actuales y profundos, como la salud mental y la violencia. Diego Garrido, en su debut como director escénico, presenta Violencia, una adaptación teatral de la película Mass de Fran Kranz. La obra aborda el dolor y el duelo de dos familias afectadas por un tiroteo escolar, explorando temas de culpa, responsabilidad y el impacto de las redes sociales y el acceso a las armas en la salud mental de los jóvenes. Con esta puesta en escena, el festival refleja su compromiso con cuestiones contemporáneas y sociales que afectan profundamente a la sociedad.
Todo lo que es arte es una historia de amor y de pasión, no es una historia técnica
Pilar de Yzaguirre
Tuvimos la oportunidad de entrevistarnos brevemente con Pilar de Yzaguirre, que nos dio su opinión sobre el pasado y el presente del festival.
Express: ¿Cómo ve la evolución del festival, 40 años después de su fundación?
Pilar de Yzaguirre: Estupendamente. No tiene ningún problema porque todos hemos ido evolucionando y los creadores también. La única que no cambia soy yo. Pero todo lo demás evoluciona en un sentido muy positivo.
E.: Y, más allá del festival, ¿cuál es su opinión del estado de las artes escénicas en España en la actualidad?
P. de Y.: Falta todavía más amor a las artes escénicas. Todo lo que es arte es una historia de amor y de pasión, no es una historia técnica. Falta arrimar más el hombro. Por ejemplo lo del Cántico que he programado, que es algo que no se espera, es algo del siglo XVI. La gente no se acuerda mucho de los clásicos, por ejemplo de San Juan de la Cruz, que es el mejor poeta español.
E.: Los años ochenta fueron muy transgresores, sobre todo en comparación con el periodo actual. Si hacemos recuento de los espectáculos y manifestaciones escénicas que han sido canceladas, en principio por motivos políticos, ¿no le parece que ha habido un retroceso en la libertad de expresión?
P. de Y.: Antes era mucho peor. Había un momento en que no podías hacer nada. Que de vez en cuando haya un desencuentro, es normal, en España y en el mundo entero. Pero en general todo va a mejor.
E.: ¿Qué espectáculo imposible le gustaría poner en cartel en el próximo Festival de Otoño?
P. de Y.: Mahabharata, de Peter Brook, que es la historia de India; duraba 11 horas y lo llevé al festival de 1985. No he visto cosa mejor en mi vida. Recuerdo que me decía Adolfo Marsillach, “¿Y ahora yo qué hago, después de ver esto? ¿Qué hago, me encierro?” Pues no, aprender.
E.: ¿A qué figura histórica le habría gustado incluir en su programación?
P. de Y.: A Alberto Corazón, por ejemplo, gran diseñador que dio muestra de modernidad, con quien hice todo en el primer festival. Él fue para mí una forma de ver lo que yo pensaba. Hicimos cantidad y cantidad de imágenes, y trabajamos juntos en los primeros cinco festivales. Lo he echado de menos. Quizá más que una figura histórica era una figura muy importante, como Premio Nacional de Diseño.
En conclusión, el 42º Festival de Otoño de la Comunidad de Madrid reafirma su identidad como un espacio de convergencia artística donde se encuentran diferentes culturas, géneros y disciplinas. Esta edición, marcada por el regreso de Pilar de Yzaguirre como directora, apuesta por una programación que es a la vez un homenaje a la historia y una exploración de los temas y desafíos del presente. La combinación de artistas consagrados y emergentes, junto con la inclusión de espectáculos innovadores y el compromiso con temas sociales y universales, ofrece a los espectadores una experiencia rica y variada que va más allá de lo puramente estético. En esta edición, el festival sigue consolidándose como un referente en el panorama cultural no solo de Madrid, sino también de la situación escénica internacional.
(Festival de Otoño, Comunidad de Madrid. del 6 al 30 de noviembre)