Como era previsible, 2020 ha sido un año pésimo para los museos y centros de exposiciones de España, que caen casi todos en torno a 50%, o más, en visitantes. Los tres meses que permanecieron cerradas las instituciones culturales de todo el país, sumados a las medidas de seguridad que limitaban el acceso a los visitantes y el posible recelo de parte de la población de salir de su casa han provocado un descenso considerable en las cifras, que otros años veían récords históricos. Si bien los visitantes estaban acudiendo como se esperaba en los meses de enero y febrero, a partir de marzo los números se desploman dramáticamente.
Este giro hacia lo local ha sido clave para entender las propuestas culturales de 2020
Desde la reapertura gradual de los grandes centros a partir de junio, hemos visto grandes muestras acompañadas de una buena recepción del público, que por primera vez es en su mayoría nacional. Este giro hacia lo local ha sido clave para entender las propuestas culturales de 2020, y una buena razón para que las principales instituciones comiencen a apoyar más a su población local, en lugar de apostar por los típicos blockbusters. Otro rasgo clave del pasado año es una apresurada digitalización de colecciones y programaciones, que se ha traducido en numerosas plataformas digitales y visitas online, las cuales, afirman algunos centros, han hecho aumentar considerablemente el tráfico en las webs y redes sociales de los centros.
Durante 2020, el museo que más visitas ha recibido, sumando sus tres sedes, es el Museo Nacional Reina Sofía, que ha bajado un 71% en entradas pero mantiene un total de 1.248.486 visitantes. El Palacio de Cristal fue, un año más, la sede con más tránsito de la institución, llegando a acumular más de 600.000 personas, mientras que la sede de Atocha atrajo a a casi 500.000 y el Palacio Velázquez poco menos de 200.000. Pese a las modestas cifras, el museo se sigue manteniendo como una de las grandes apuestas culturales del país, gracias a exposiciones como las de Petrit Halilaj o León Ferrari. Subiendo la calle nos encontramos con el Museo Nacional del Prado, que este pasado año recibió a un total de 852.161 visitantes, de los cuales un 78% son madrileños.
Las grandes fundaciones del país también han experimentado una caída considerable
Confirmando este giro al público local, el Guggenheim de Bilbao recibió en su mayor parte a público nacional, un 61%, del cual el 30% provenía del País Vasco. En Valencia, el IVAM también acogió en su gran parte a la población valenciana, con la escandalosa cifra del 91% de los visitantes del museo. Las grandes fundaciones del país también han experimentado una caída considerable, como el conjunto de centros CaixaForum y CosmoCaixa, con más de un millón de personas que han pasado por sus salas. Por su parte, la Fundación Mapfre ha acumulado a más de 100.00 visitantes, generando una caída del 55% respecto a 2019. Para terminar con este repaso anual, el Museo Thyssen-Bornemisza de Madrid recibió a 341.008 visitantes y, en Málaga, el Museo Picasso, en torno a 164.000.
A pesar de que algunas de las cifras no son necesariamente pésimas teniendo en cuenta las difíciles circunstancias, hay que tener en cuenta que las relaciones entre museos y público han sido este año más distantes, ya que son las actividades, como talleres, performances o visitas, son las más amenazadas por la pandemia, ya que dependen directamente de la convocatoria de personas en el espacio. Este 2021 será clave para progresar y que las relaciones entre instituciones y audiencias sean más enriquecedoras dentro de lo posible.