El historiador del arte Alan Bowness ha fallecido a los 93 años. Durante sus más de cinco décadas de carrera, el británico due director de la Tate Gallery, de la Henry Moore Foundation y ayudó a instaurar los célebres premios Turner, que cada año reconocen el talento de un artista residente en el Reino Unido. Antes de dirigir la que por entonces era la única sede de la Tate, Bowness se había consolidado como historiador del arte, crítico y comisario de referencia. Después de estudiar en la University College of London, comenzó a trabajar para el Courtauld Institute como profesor. Durante los 23 años que pasó dando clases en el prestigioso instituto londinense, Bowness también escribió para medios como The Observer, Art News and Review o The Burlington Magazine, trabajos que compaginó además con la organización de importantes exposiciones como 54:64 Painting and Sculpture of a Decade en la misma Tate o monográficas de Van Gogh, Rodin o Courbet para el Arts Council.
En 1980 comenzó a dirigir la Tate Gallery en Londres, donde fue el primer historiador del arte en ocupar el puesto
En 1980 comenzó a dirigir la Tate Gallery en Londres, donde fue el primer historiador del arte en ocupar el puesto. Durante los ocho años de su mandato, Bowness tuvo que sobrevivir a los recortes presupuestarios por parte del régimen neoliberal del momento, por lo que inició un proceso de búsqueda de patrocinadores que todavía acompañan a la institución. También contribuyó a enriquecer la colección, adquiriendo piezas significativas de Francis Bacon, David Hockney o Andy Warhol, así como los grandes nombres de la abstracción norteamericana, como Jackson Pollock, Barnett Newman o Jasper Johns. En 1984 impulsó la creación del Turner Prize, un premio con el que quería promover el arte británico fuera del país, y que a día de hoy es uno de los galardones más importantes del mundo del arte.
No solo promovió el desarrollo del arte británico contemporáneo, también ayudó sobremanera a su internacionalización
Otras iniciativas del británico en esta década fueron la ampliación de la sede de la Tate Gallery en Pimlico, y la instauración de una ‘Tate del Norte’, que acabaría siendo la Tate de Liverpool. Tras marcharse del museo londinense, Bowness proceció a dirigir la Henry Moore Foundation, trasladando su sede a Leeds. La extensa y prolífica carrera de Alan Bowness le consolidó como uno de los profesionales del arte más relevantes de Reino Unido, ayudando a promover una visión académica del arte contemporáneo a través de exposiciones con una intención historiográfica muy marcada. No solo promovió el desarrollo del arte británico contemporáneo, también ayudó sobremanera a su internacionalización.
