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El arte contemporáneo recupera lo textil

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Unravel The Power and Politics of Textiles in Art, vista de instalación en la Barbican Art Gallery de Londres. © Jemima Yong / Barbican Art Gallery

En los últimos tiempos estamos presenciando cómo el arte contemporáneo recupera y resignifica la técnica textil, intentando liberarse de su tradicional vinculación con lo decorativo, el género y la artesanía popular. O, precisamente, intentando reevaluar estas dimensiones de la creación, que están presentes en multitud de manifestaciones artísticas y son poderosas formas de subvertir la norma. Las fibras contienen la capacidad para desafiar estructuras de poder y transmitir historias de marginación y resistencia, abordando temas como el trabajo, la ecología o la memoria ancestral. Tapices, mantas, colchas, túnicas, khipus: todas las variantes posibles del arte textil son puestas en valor en exposiciones, ferias y premios nacionales. El arte textil no es una tendencia pasajera, ha llegado para quedarse.  

Ya se pudo confirmar esta tendencia en la última edición de ARCOMadrid, donde artistas como el guatemalteco Antonio Pichillá Quiacaín, el colectivo brasileño Assume Vivid Astro Focus, la alemana Ulla von Brandenburg, el filipino Cian Dayrit, la mexicana Priscilla Dobler Dzul, la brasileña Beth Moysés o la sudafricana Bianca Bondi apelaban a las dimensiones políticas, sociales y ecológicas de lo textil. Ulla von Brandenburg hacía doblete con su exposición en el Palacio de Velázquez de Madrid.

Actualmente pueden verse varias muestras, tanto en nuestro país como internacionalmente, que reflejan esta revitalización de lo textil. En España, a la galardonada con el Premio Nacional de Artes Plásticas 2023, Teresa Lanceta (1951, Barcelona), se le ha consagrado una importante exposición en el Patio Herreriano de Valladolid. Comisariada por Ángel Calvo Ulloa, El Sueño de la Cóldedra explora la historia de los tejidos funerarios en España durante el siglo XIII, destacando la convivencia entre las culturas cristiana, musulmana y judía, y su impacto en la elaboración textil. La obra principal, que da nombre a la exposición, fue creada específicamente para la Capilla de los Condes de Fuensaldaña y simboliza la interacción de estas culturas a través de sus talleres textiles. La exposición también incluye investigaciones anteriores de Lanceta, como La alfombra española siglo XV y El paso del Ebro, que examinan eventos históricos significativos y su representación a través de los tejidos.

Teresa Lanceta, vista de El sueño de la cólcedra, Museo Patio Herreriano de Valladolid. Cortesía Museo Patio Herreriano

En La alfombra española siglo XV, Lanceta se centra en la próspera industria de alfombras de Albacete, influenciada por el arte islámico. Estas alfombras, adquiridas por familias cristianas durante el siglo XV, reflejan la tensión y la interacción cultural de la época. Por otro lado, El paso del Ebro recuerda la batalla más larga y sangrienta de la Guerra Civil Española, transformando los relatos de su infancia en tejidos que evocan el paño con el que su abuela envolvía el pan recién horneado.

Lanceta también está presente del otro lado de los Pirineos. En el Musée d´art moderne de Céret, en la Occitania francesa, Teresa Lanceta, la mémoire tissée es la primera exposición individual dedicada a la catalana, que cuenta con más de setenta obras, entre las cuales pueden verse, además de piezas textiles, pinturas, dibujos, cerámicas y vídeos, varias nunca antes mostradas.

Los textiles han sido utilizados para abordar temas de poder, género, trabajo, ecología y memoria ancestral

Si seguimos hacia el norte, la exposición Unravel: The Power and Politics of Textiles in Art, en la Barbican Art Gallery de Londres hasta finales de esta semana (y después en el Stedelijk Museum en Ámsterdam), examina el papel transformador y subversivo de los textiles en el arte desde la década de 1960 hasta la actualidad. Reúne más de 100 obras de 50 artistas internacionales como Sheila Hicks, Teresa Margolles, Yinka Shonibare CBE o Cecilia Vicuña. Las piezas van desde trabajos íntimos hechos a mano hasta grandes instalaciones escultóricas, y están organizadas temáticamente en seis secciones que destacan cómo los textiles han sido utilizados para abordar temas de poder, género, trabajo, ecología y memoria ancestral: “Subversive Stitch”, “Fabric of Everyday Life”, “Borderlands”, “Bearing Witness”, “Wound and Repair” y “Ancestral Threads”.

Por su parte, la National Gallery of Art de Washington D.C., junto con el LACMA de Los Ángeles, la National Gallery of Canada y el MoMA de Nueva York, presenta Woven Histories: Textiles and Modern Abstraction. La muestra explora cómo el arte textil ha desafiado las narrativas dominantes del arte moderno a lo largo del siglo XX. Comenzando con una selección de artistas mujeres de vanguardia europea activas entre las dos guerras mundiales, la muestra destaca cómo sus prácticas interdisciplinarias desdibujaron las líneas entre las artes aplicadas y las bellas artes, la producción manual y la mecánica, así como la tradición y la innovación.  

Durante los años de entreguerras, artistas como Sonia Delaunay en París, Hannah Höch en Berlín y Sophie Taeuber-Arp en Zúrich ampliaron la abstracción geométrica a los diseños textiles. Inspiradas por visiones sociales utópicas de los años veinte, estas artistas jugaron un papel clave en la configuración de la era modernista. Sus legados se extendieron a América cuando algunas se vieron obligadas a huir de Europa durante la Segunda Guerra Mundial.

Tanto los antiguos tejedores andinos como los artistas modernos utilizaron la cuadrícula creada por el cruce de la trama y la urdimbre para producir composiciones geométricas abstractas

En las décadas de 1960 y 1970, movimientos de liberación negra, feminista y gay, junto con una vibrante contracultura, desafiaron el status quo, utilizando la vestimenta como un medio de autoexpresión y resistencia. Hoy en día, muchos artistas interrogan la externalización de la producción masiva de textiles y prendas de vestir a trabajadores con salarios bajos en todo el mundo, mientras que otros se basan en culturas indígenas y vernáculas, tanto pasadas como presentes. Sus obras, que incluyen trajes performativos, decoraciones y composiciones de telas suspendidas, construyen comunidad y abordan historias marginadas.

Anni Albers, Red Meander, 1954. © The Josef and Anni Albers Foundation / Artists Rights Society (ARS), New York, 2024 Photo: Albers Foundation/Art Resource, NY. Photo: Tim Nighswander/Imaging4Art
Túnica inca, siglo XVI, Argentina, Perú o Bolivia. © The Metropolitan Museum of Art

Si permanecemos en Estados Unidos, Weaving Abstraction in Ancient and Modern Art, en el Metropolitan Museum of Art de Nueva York, redunda en el discurso que vincula abstracción y arte textil, y estudia la intersección entre las tradiciones textiles antiguas de los Andes y las obras de cuatro artistas modernas: Anni Albers, Sheila Hicks, Lenore Tawney y Olga de Amaral. Abierta hasta el 16 de junio de 2024, presenta un diálogo entre textiles de más de dos mil años y piezas modernas, destacando cómo la estructura fundamental del tejido puede ser un catalizador para la expresión formal. La exposición está organizada temáticamente y se centra en cómo tanto los antiguos tejedores andinos como los artistas modernos utilizaron la cuadrícula creada por el cruce de la trama y la urdimbre para producir composiciones geométricas abstractas. Las obras expuestas incluyen tejidos ancestrales destinados a usos cotidianos, regalos reales y ofrendas sagradas, que demuestran una rica iconografía y un alto nivel de sofisticación técnica.

Los textiles andinos, como los khipus, mantos de Paracas y túnicas Wari, no solo eran objetos funcionales, sino también medios de transmisión de información y símbolos de identidad y poder. La exposición revela cómo estas antiguas técnicas y diseños han influenciado el arte moderno, mostrando un intercambio continuo de ideas y prácticas a través del tiempo. Entre las artistas modernas, Anni Albers (1899, Berlín – 1994, Connecticut), profesora de la Bauhaus y pionera del textil, desarrolló una obra influenciada por los textiles andinos, adoptando técnicas de tejido y utilizando métodos de entrelazado y variaciones de color que reflejan la estructura esencial del tejido. Por su parte, Sheila Hicks (1934, Nebraska), que es conocida por sus pequeños tejidos llamados Minimes, experimenta con estructuras y materiales no convencionales, inspirándose en las técnicas y patrones andinos. Las obras de Lenore Tawney (1907, Ohio – 2007, Nueva York) desafían la distinción tradicional entre arte y artesanía, utilizando técnicas de tejido para crear piezas escultóricas y espaciales. Y las de Olga de Amaral (1932, Bogotá) incorporan elementos naturales y culturales, explorando la dimensión táctil y la transparencia del tejido.

Entre las reinterpretaciones de estas técnicas tradicionales se encuentra la que realiza el artista británico de origen nigeriano Yinka Shonibare CBE (1962, Londres), que expone actualmente, hasta el 1 de septiembre de 2024, en la Serpentine South de Londres. En Suspended States explora la identidad cultural en un mundo globalizado a través de esculturas, textiles y grabados. La muestra aborda temas como la suspensión de límites psicológicos, físicos y geográficos, utilizando su característico African print. Este consiste en un colorido estampado de cera holandesa inspirado en el batik indonesio, producido en masa en Holanda y comercializado en las colonias británicas en África Occidental en el siglo XIX, donde es entonces bautizado como African print. Shonibare aplica este estampado en sus Decolonised Structures, una serie de esculturas que reinterpretan, a pequeña escala, monumentos públicos de figuras coloniales, para invitar a la reflexión sobre su papel en la historia y el presente; también lo aplica en The War Library (2024), instalación compuesta por 5270 libros encuadernados en African print, y que introduce los nombres de conflictos y tratados de paz inscritos en algunos de ellos para reflexionar sobre la historia de la guerra y su impacto en la memoria colectiva.

Yinka Shonibare CBE, Decolonised Structures, 2022-2023. Cortesía del artista y Goodman Gallery, Cape Town, Johannesburg, Londres y Nueva York, James Cohan Gallery, Nueva York y Stephen Friedman Gallery, Londres y Nueva York. Foto: Stephen White & Co. © Yinka Shonibare CBE

En palabras del artista, “todas las fronteras de la nación están en estado de suspense. Se trata de una exposición en la que se reimagina y cuestiona la iconografía occidental, en un momento histórico en el que aumentan el nacionalismo, el proteccionismo y la hostilidad hacia los extranjeros”. Shonibare también destaca su compromiso con el intercambio cultural y social a través de proyectos como Guest Projects en Londres y la Guest Artist Space (G.A.S.) Foundation en Nigeria. Estos espacios ofrecen residencias y apoyo a artistas y creativos emergentes, promoviendo prácticas críticas en arte contemporáneo, diseño, arquitectura, ciencia, agricultura y ecología.

Para terminar, y alejándonos de los territorios que solemos abordar, en Australia, en la Wangaratta Art Gallery situada en la localidad homónima, se puede visitar hasta el 23 de junio de 2024 Petite Miniature Textiles 2024. Esta exposición bienal, una de las más populares de la galería, presenta prácticas textiles innovadoras de toda Australia en formato pequeño. La muestra de este año gira en torno al tema “de los tiempos”. La exposición reúne 30 obras de 22 artistas, que exploran una variedad de preocupaciones contemporáneas, desde la inteligencia artificial hasta la vivienda asequible, y destacan por su creatividad y capacidad para extender la práctica textil e indagar en temas actuales, ofreciendo una plataforma para la expresión artística en un formato accesible y concentrado. Esta diversidad de enfoques y técnicas proporciona una visión rica y multifacética de cómo los artistas contemporáneos están utilizando los textiles para abordar y comentar sobre los desafíos y temas de nuestra era.

Todas estas exposiciones demuestran ser un testimonio de la rica historia y la continua relevancia del arte textil, reflejando cómo el tejido ha sido una forma de arte sofisticada y significativa, tanto en el pasado como en el presente.

|Exposiciones recomendadas:

Teresa Lanceta. “El sueño de la cólcedra”, Museo Patio Herreriano, Valladolid

Teresa Lanceta, la mémoire tissée, Musée d´art moderne, Céret (Francia)

Bienal de Venecia

Weaving Abstraction in Ancient and Modern Art, Metropolitan Museum of Art, Nueva York

Woven Histories: Textiles and Modern Abstraction, National Gallery of Art, Washington D.C.

Unravel. The Power and Politics of Textiles in Art, Barbican Centre, Londres

Yinka Shonibare CBE: Suspended States, Serpentine South Gallery, Londres

Petite Miniature Textiles 2024, Wangaratta Art Gallery, Wangaratta (Australia)