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William Kentridge: dibujar, filmar, emborronar

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Su ejercicio creativo, aunque a través de distintos medios

El trazo muta a cada instante, justo cuando empezaba a ser algo, a abrirse camino. Primero adopta la forma de un cuerpo, luego la de un fantasma, que aparece y desaparece, que cambia a placer, de manera imprevisible, ante la ausencia del artista -de su rostro, al menos-. Palabras, gestos, estallidos, espectros… Todo esto compone la obra del artista sudafricano William Kentridge (Johannesburgo, Sudáfrica, 1955), quien filma sus dibujos, cada una de las etapas a las que va sometiendo su trabajo artístico, creando así impactantes piezas audiovisuales. Kentridge crea dibujos con carboncillo y pastel que modifica borrando, añadiendo y volviendo a trabajar los elementos. Filma cada estadio del proceso y lo modifica continuamente, a veces dejando en la hoja «restos fantasmales» de las marcas previas. Es en ese ir y venir del trazo, del relato, de la memoria, es en ese juego donde brota la obra. Sus piezas son testigos de esa zozobra del pulso, también de la mirada. Kentridge visualiza, de este modo, el paso del tiempo y la estratificación de la memoria, uno de los temas principales de su obra.

Dibujos, películas de animación, un teatro mecánico, esculturas, tapices y piezas de performance

El pasado año 2021 tuvimos la oportunidad de contemplar la obra del artista sudafricano en la exposición del CCCB Lo que no está dibujado. Actualmente (y hasta el 11 de diciembre de 2022), tenemos la fortuna de que la Royal Academy of Arts (Londres) acaba de inaugurar recientemente una tremenda exposición retrospectiva del artista en la que se incluyen dibujos, películas de animación, un teatro mecánico, esculturas, tapices y piezas de performance y que recorre la carrera de Kentridge mediante obras que abarcan desde la década de 1980 hasta la actualidad. En este caso, se expone una secuencia de tapices a gran escala creados especialmente para las galerías de la Royal Academy of Arts.

William Kentridge, Video still from Notes Towards a Model Opera, 2015
William Kentridge, Video still from Notes Towards a Model Opera, 2015

La práctica de Kentridge, mundialmente aclamada, abarca desde el grabado, el dibujo, el collage, el cine y la escultura hasta el tapiz, el teatro, la ópera, la danza y la música. El artista nacido en Johannesburgo desarrolló sus primeros trabajos durante el régimen del apartheid de los años 80, y sus electrizantes producciones y animaciones a gran escala han viajado sin pausa. Sin lugar a dudas, se trata de una de las voces de referencia en el arte contemporáneo internacional; un creador polifacético cuyos dibujos, películas y producciones teatrales se han presentado en museos e instituciones culturales de todo el mundo.

Kentridge crea obras de arte basadas en la política, la ciencia, la literatura y la historia

Esta exposición, que habita y transforma las galerías principales de la institución londinense, consiste en la mayor muestra de la obra del artista en el Reino Unido. Muchas piezas no se han visto nunca antes y algunas se han realizado específicamente para la muestra. Discurre la muestra a lo largo de sus 40 años de carrera. Así, el espectador viajará a través de salas con tapices de 4 metros de ancho, sus característicos árboles y flores a carboncillo, y también podrá maravillarse con la impresionante película en tres pantallas Notes Towards a Model Opera. Esta pieza materializa ese ejercicio dibujístico-cinematográfico de constante perversión de la realidad que lleva a cabo el artista, ese perpetuo desfallecimiento de lo que (des)aparece ante nuestra mirada: el devenir onírico de las imágenes y los dibujos. Así pues, podremos ver cómo las máquinas de escribir se convierten en árboles, cómo un rinoceronte cazado da volteretas con un megáfono y cómo un desatascador de café perfora las profundidades de una mina de oro. El dibujo juega junto a la imagen, con ella, sobre ella, a su lado, sin fin.

 William Kentridge, The Conservationist’s Ball, triptych, 1985.
William Kentridge, The Conservationist’s Ball, 1985.

La obra de Kentridge se encuentra en los museos e instituciones de todo el mundo

En su obra, William Kentridge crea obras de arte basadas en la política, la ciencia, la literatura y la historia, manteniendo un espacio para la contradicción y la incertidumbre. Además, su trabajo se ha visto en museos, galerías y teatros de todo el mundo desde la década de 1990, como el Museo de Arte Moderno de Nueva York, el Museo Albertina de Viena, el Museo del Louvre de París, el Museo de Luisiana de Copenhague, el Museo Reina Sofía de Madrid y el Kunstmuseum de Basilea. Su obra se encuentra en las colecciones de museos de arte e instituciones de todo el mundo.

Las producciones de ópera incluyen La flauta mágica de Mozart, La nariz de Shostakovich y las óperas Lulu y Wozzeck de Alban Berg, y se han visto en teatros de ópera como la Ópera Metropolitana de Nueva York, La Scala de Milán, la Ópera Nacional Inglesa de Londres, la Ópera de Lyon, la Ópera de Ámsterdam, la Ópera de Sídney y el Festival de Salzburgo. En 2016, Kentridge fundó en Johannesburgo el Centre for the Less Good Idea: un espacio para el pensamiento receptivo y la creación a través de prácticas artísticas experimentales, colaborativas e interdisciplinarias. El Centro acoge un programa continuo de talleres, actuaciones públicas y actividades de tutoría. Es doctor honoris causa por varias universidades, entre ellas la de Yale y la Universidad de Londres. Entre los premios que ha recibido se encuentran el Premio Kyoto (2010), el Premio Princesa de Asturias (2017) y el Premio Praemium Imperiale (2019). Fue además elegido académico de honor de la Real Academia de las Artes de Londres en 2015.

William Kentridge, Video still from Waiting for the Sibyl, 2020.
William Kentridge, Video still from Waiting for the Sibyl, 2020.

Dibujar, filmar, emborronar, esto es, montar y desmontar universos

Ante sus obras, todo pareciera constantemente a punto derrumbarse, de ser subvertido, de brotar, desbordar, incrementar y expandirse. Su ejercicio creativo, aunque a través de distintos medios, es siempre el mismo: dibujar, filmar, emborronar, esto es, montar y desmontar universos, abrir y desviar senderos, generar espacios habitables que mutan, que se ensanchan, que confluyen. Un flujo irrefrenable de estímulos, de cuerpos, letras, rostros, se abre paso. Ahora todo ello converge en la magnífica exposición retrospectiva que la institución londinense Royal Academy of Arts está dedicando al artista y que, si estamos en la ciudad inglesa, no deberíamos perdernos bajo ningún concepto.

(William Kentridge, en Royal Academy of Arts, Londres. Hasta el 11 de diciembre de 2022)