Bajo el lema “Sentados a la mesa del diseño”, el Madrid Design Festival vuelve, en su séptima edición, a reivindicar ese lema permanente de “rediseñar el mundo” bajo el que lleva desarrollándose desde su primera edición, en el año 2018. Considerada una disciplina total que conecta todos los campos artísticos y ámbitos de la vida, los organizadores del festival confían en el diseño como el instrumento capaz de encontrar soluciones a problemas acuciantes en la actualidad como la crisis climática, la despoblación o la soledad en la juventud. Y, todo ello, a través de la colaboración y el diálogo entre los distintos agentes. En torno a estas y otras cuestiones pivotan las diversas actividades programadas en esta edición, entre ellas exposiciones, instalaciones, talleres, conferencias y entregas de premios, en las que se dan cita reconocidos profesionales, nacionales e internacionales, del sector.
Desde el 8 de febrero y hasta el 17 de marzo1En lo que respecta a la programación oficial. Gran parte de las manifestaciones se extienden hasta el 31 del mismo mes. se puede asistir a una gran variedad de manifestaciones y eventos organizados en diversas instituciones repartidas por toda la ciudad, para hacer posible la democratización y la participación que se proponen como objetivos clave de esta edición del MDF24. La mesa de trabajo presente en el título es la metáfora que apela a la colaboración creativa, a la conversación entre profesionales y comunidades, entre diseñadores y ciudadanos. Y, para lograrlo, el diseño se ha combinado con disciplinas (aparentemente alejadas pero en realidad absolutamente inseparables de él) como la ciencia, la moda, el arte, la artesanía, la industria y la economía.
Las jornadas profesionales DesignPRO han reunido especialistas en torno a temas como la moda sostenible, la comunicación del diseño, la inteligencia artificial o la fotografía de proyectos
Siguiendo esta propuesta, y por citar solo alguno de los proyectos, el Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades ha encargado al colectivo MIL111 (conformado por Iria del Bosque y Borja Bernárdez) la pieza Nexos, una instalación de videomapping sobre el jardín vertical del CaixaForum que reflexiona visualmente sobre la huella de la neurociencia en campos como la computación, la astrofísica y la física cuántica, así como sobre el legado del premio Nobel Santiago Ramón y Cajal, cuya figura se conmemora en el Trienio Cajal (2022-2024). En el mismo Caixaforum se puede ver la selección de 80 obras (de artistas como Picasso, Kandinsky, Le Corbusier, Dubuffet, Giacometti o Georgia O´Keeffe), procedentes del Centre Pompidou de París, que, bajo el título Arte y naturaleza. Un siglo de biomorfismo, dialogan en torno a diseño y naturaleza. Por su parte, las jornadas profesionales, que han tenido lugar en la Institución Libre de Enseñanza del 14 al 17 de febrero bajo el rótulo de DesignPRO, han reunido especialistas en torno a temas como la moda sostenible, la comunicación del diseño, la inteligencia artificial o la fotografía de proyectos.
El festival forma parte de la engrosada actividad cultural de La Fábrica, fundada en 1994 por el recientemente fallecido Alberto Anaut. Así, a proyectos como PHotoESPAÑA, el Festival Eñe, la mítica revista Matador, la colección PHotoBolsillo y un extenso catálogo de publicaciones de fotografía y arte, se sumó en 2018 el Madrid Design Festival, impulsada por Álvaro Matías (quien dirigiera, desde 2004, el departamento de Comunicación, desde 2008 el de Proyectos y Digital, desde 2011 el festival Notodofilmfest y, desde 2015, se convirtiera en Director General de La Fábrica).
Los platos fuertes del MDF24
Como en anteriores ocasiones, el grueso de las propuestas del festival ha recaído sobre el teatro Fernán Gómez. Centro Cultural de la Villa, niño mimado entre los espacios culturales del Ayuntamiento de Madrid, y donde pueden verse en estos momentos tres exposiciones, las que protagonizan la programación oficial.
Miguel Milá. Diseñador (pre)industrial es una exposición retrospectiva que se concibe como tributo a Miguel Milá (1931, Barcelona), considerado el padre del diseño industrial español (fue uno de los pioneros del diseño de los años cincuenta) y uno de los principales exponentes del movimiento moderno en el país. Milá cuenta con el primer Premio Nacional de Diseño (concedido en 1987), el Compasso d’Oro Internazionale de 2008 y la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes (2016). Procedente de una familia burguesa catalana (la Casa Milá de Barcelona, diseñada por Gaudí, pertenecía a su tío Pedro), pasó penurias durante la posguerra, y de la austeridad que vivió en aquellos años nació su investigación sobre la belleza de lo funcional. Con siete décadas de carrera a sus espaldas y la búsqueda de la simplicidad como valor principal (la economía de recursos y el rechazo a la ostentación y el despilfarro), Milá es el diseñador de piezas tan celebradas como las lámparas TMC, la M68 o la Cesta, la silla Blanes, el taburete Manila, la butaca Gadea o la chaise longue Harpo. 150 de esos diseños pueden verse en la muestra. El catalán es también una de las tres figuras galardonadas en los Madrid Design Festival Awards, concedidos en la gala que tuvo lugar el pasado 15 de febrero en la Institución Libre de Enseñanza. Los otros dos galardonados fueron Irma Boom (1960), diseñadora editorial neerlandesa, y el diseñador industrial, también de nacionalidad holandesa, Piet Hein Eek (1967).
La silla, pieza esencial del diseño de interior, reflejo de los cambios tecnológicos, sociales, culturales y estéticos, es la protagonista de la segunda exposición que puede verse en el Centro Cultural de la Villa, y que tiene su continuación en la sede de Arquia con la muestra de los finlandeses Alvar y Aino Alto. Sillas: Iconos del diseño moderno. The Alexander von Vegesack collection ofrece una selección de 70 piezas fundamentales, pertenecientes a la colección del citado von Vegesack, comisario de exposiciones y co-fundador del Vitra Design Museum de Weil am Rhein, en Alemania, además de director del programa internacional de talleres organizados en el Domaine de Boisbuchet. Michael Thonet, Charles Rennie Mackintosh, Mies van der Rohe, Marcel Breuer, Charlotte Perriand, Le Corbusier, Charles y Ray Eames, Gaetano Pesce, Verner Panton o Philippe Starck son algunos de los nombres esenciales de la evolución de la silla, desde sus orígenes artesanales (las míticas Thonet) hasta los diseños industriales de Frank Gehry.
Cada edición del festival designa una región invitada, y en esta ocasión le ha tocado a Castilla-La Mancha. Artesanía de Castilla-La Mancha, dedicada a recuperar los antiguos oficios de la comunidad, es el proyecto invitado. Castilla-La Mancha Diseña. Volver a la esencia está comisariada por Tomás García Alía (Lagartera, Toledo, 1964), diseñador al frente del Estudio Caramba a la vez que impulsor de la artesanía española, en su doble rol como embajador de la cerámica de Talavera (declarada en 2019 Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO) y embajador en España de la Michelangelo Foundation (encargada del fomento de la artesanía en Europa). Su labor de promoción de la dimensión cultural, artística e histórica del patrimonio artesano español fue reconocida en 2022 con la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes.
Otra de las exposiciones más relevantes en esta edición es Al bies. Las artistas y el diseño en la vanguardia española, con obras de Delhy Tejero, Victorina Durán, Marisa Roësset Velasco o Pitti Bartolozzi, que se puede visitar hasta el 31 de marzo en el Museo Nacional de Artes Decorativas de la capital madrileña. Si bien las figuras femeninas de la creación de las primeras décadas del siglo XX están siendo rescatadas del olvido en los últimos años (como en la reciente Las Sinsombrero, que precisamente tuvo lugar en el Centro Cultural de la Villa), no hay que dejar pasar la oportunidad de mostrar y reivindicar el legado de unas artistas doblemente relevantes, en primer lugar por las experimentaciones que llevaron a cabo, y en segundo lugar por el lugar de desigualdad desde el que las crearon. Históricamente, las artistas mujeres han sido relegadas al ámbito de lo doméstico y de lo íntimo (como demuestran creaciones textiles, cerámicas, diseños de interiores, de alfombras y de papel pintado, presentes en esta muestra), pero, en el primer tercio del siglo XX, algunas artistas demostraron su valor al posicionarse como creadoras en el espacio público, como se puede apreciar en su participación en el ámbito de la escenografía teatral, o en el de la pintura o escultura, artes consideradas liberales o mayores frente a las decorativas o aplicadas. Además, en el mismo museo se puede ver la VIII Muestra de Orfebrería Contemporánea, que tiene su continuación en el Museo Cerralbo.
Diseño para un futuro más próspero y justo
Esta edición del festival pone un especial énfasis en el diseño como herramienta para hacer frente a los retos de la sociedad actual, como “aliado para afrontar la complejidad del mundo que habitamos” y avanzar “hacia un futuro más justo, sostenible y armonioso”, tal como expone Álvaro Matías en el editorial publicado en el especial sobre el festival que la revista Icon sacó el pasado 3 de febrero. “Nos ayuda a ser más conscientes y a buscar soluciones adaptadas en cuestiones que marcan el pulso de nuestra actualidad como el cambio climático, la desigualdad, el sobreconsumo, el agotamiento de los recursos naturales e incluso la polarización o los conflictos, por citar algunas de nuestras preocupaciones más inmediatas”. A continuación haremos un repaso por algunas de las propuestas que abordan estas problemáticas.
Quizá puedan resultar cuestionables ciertas elecciones y criterios que guían esta edición del Madrid Festival Design
En primer lugar, el de la desigualdad social. Carabanchel y Tetúan se encuentran entre los distritos de la periferia de Madrid que, históricamente racializados y poblados por clase obrera, han mantenido hasta hace poco un alquiler de renta antigua, lo cual ha servido a los artistas emergentes como atractivo para situar allí sus residencias y estudios (ante la imposibilidad de hacerse con un espacio en el centro de la capital, que con sus políticas ultracapitalistas y gentrificadoras está echando a su población de origen, y precisamente bajo el reclamo de los “fuertes intereses culturales” de los nuevos vecinos). El Madrid Design Festival se acerca a estos barrios; es la tercera vez para Carabanchel Diseña, la primera para Tetuán Diseña. Además de los open studios previstos, este acercamiento viene de la mano de dos espacios, donde se expondrá una selección de estudios y artistas: The Social Hub (espacio que reúne hotel, coworking y restaurante, fórmula para modernos donde las haya), en el caso de Tetuán, y el hotel Thompson Madrid (situado cerca de la Gran Vía, donde piden no menos de 350 euros por noche; lo que cuesta una habitación en un piso compartido, al mes, en Carabanchel), que llevarán “al visitante a vivir una experiencia única en Madrid: un viaje a través de los barrios periféricos que están despuntando como auténticos centros de innovación y diseño”. Siguiendo con la descripción que hace la propia web del festival, “mientras que muchos turistas frecuentan los reconocidos museos como El Prado o el Thyssen, esta muestra supone una invitación a descubrir el Madrid auténtico, el Madrid de barrios que palpitan con creatividad y diseño como Tetuán [o Carabanchel], donde la vida local se entrelaza con los numerosos estudios de creadores y diseñadores que están dando forma al futuro del diseño en la ciudad”. El tono recuerda al de las exposiciones coloniales de hace un siglo. Sin duda, gracias a iniciativas como estas, Carabanchel y Tetúan se convertirán muy pronto en los nuevos Lavapiés.
Así, como resultado de la gentrificación y la creciente imposibilidad de residir en las grandes ciudades, el movimiento de vuelta a lo rural se ha consolidado en los últimos años. El museo ICO ya pone las bases históricas de lo que sucedió en la autarquía posterior a la guerra civil española, cuando el paisaje agrícola español sufrió transformaciones excepcionales como consecuencia de la reforma agraria que lideró el Instituto Nacional de Colonización. Mientras que la exposición Pueblos de colonización. Miradas a un paisaje inventado del ICO se centra en el periodo comprendido entre 1939 y 1971, en la Institución Libre de Enseñanza se centran en las transformaciones que están teniendo en la actualidad, y que se prevén para el futuro.
La vuelta al campo parece la única salida para muchos, y una vía de sostenibilidad reivindicada por algunos. Pero, ¿qué pasa con aquellos creadores que, en la distancia, se puedan ver faltos de los recursos que solo ofrecen las urbes? ¿Cómo trabajar desde lo local y a la vez mantenerse en la vanguardia del diseño? Andreu Carulla da respuesta en la instalación experimental Diseñando la repoblación, una de las piezas clave del programa del festival, en la que ha explorado la herencia artesanal de la madera de boj de Gistaín y su comarca. Junto a la exposición colectiva Tejiendo redes, la instalación puede verse hasta el 25 de febrero en la Institución Libre de Enseñanza, y conforma el grueso de la sección Fiesta Design. Carulla, uno de los grandes nombres del diseño industrial del país, ha aceptado el reto propuesto y se ha instalado por un tiempo en la localidad de Gistaín, que cuenta con menos de 150 habitantes y que se encuentra en medio del Pirineo aragonés, para demostrar que tradición e innovación pueden darse la mano, y que el trabajo a distancia es posible para creadores como él, gracias a los servicios y productos del comercio electrónico. En concreto, el que ha suministrado Amazon, empresa cuyo modelo de negocio ultracapitalista ha suscitado fuertes polémicas en los últimos años, y quien es, por cierto, uno de los principales patrocinadores del MDF24, presente en muchos de sus proyectos (al igual que la marca de coches MINI). A través del programa de reparto Amazon Hub Delivery, Amazon sella su compromiso con el medio rural, invirtiendo en infraestructura para llegar a todos los rincones del país y “garantizar una entrega rápida y sostenible”.
Así pues, en este marco de defensa de un diseño sostenible e igualitario, son interesantes y sugerentes las propuestas ofrecidas, aunque quizá puedan resultar cuestionables ciertas elecciones y criterios que guían esta edición del Madrid Festival Design. El diseño es siempre una oportunidad y una herramienta para crear los imaginarios colectivos del mañana. Por tanto, es un medio, pero también un fin en sí mismo, y su vinculación con operaciones gentrificadoras y ultracapitalistas puede manchar su loable intención de crear un futuro mejor.
- 1En lo que respecta a la programación oficial. Gran parte de las manifestaciones se extienden hasta el 31 del mismo mes.