Graciela Iturbide nace en Ciudad de México en 1942, cuando todavía se llamaba Distrito Federal. De su vida sabemos lo justo, esa cantidad que te hace creer que lo sabes todo y que realmente sólo te da algunas puntadas inevitables: de familia muy tradicional, casada a los 19 años con el arquitecto Mauricio Rocha, y separada hace ya mucho tiempo, con dos hijos (un arquitecto y un artista sonoro) y una hija fallecida en la niñez que marca sus primeros años como fotógrafa. Estudia foto con Manuel Álvarez Bravo y deja el cine por la fotografía; mantiene una larga amistad con Francisco Toledo y una fuerte vinculación con Oaxaca… Lo que apunta un vínculo con lo mágico, con una cierta antropología que la rodeará de mitos y clichés recurrentes de los que resulta difícil escapar. Viajera vocacional, observadora de la vida y de los lugares, de la gente, le gusta contar las historias que nunca le dejaron escribir. Y poco más, casi nada más, muy poco para una vida que ya llega a los 76 años. Pero Graciela Iturbide es una mujer discreta, una mujer aparentemente tranquila, rodeada de familia, amigos y admiradores, pero profundamente solitaria. Le gustan los libros, las fotos, y la buena conversación. Creo que básicamente lo que le gusta es la vida y esa sorpresa imprevista que puede suceder cada día en cualquier lugar del mundo.
Graciela Iturbide: Oye ¿te molesta si me fumo un cigarrito?
Con esta frase no sólo iniciamos la conversación, sino que Graciela Iturbide se autodefine. Una señora de exquisita educación, no en vano su familia es una de las más antiguas de México, pero sobre todo una mujer amable, agradable y posiblemente feliz. Una persona que tiene por costumbre hacer, siempre, lo que quiere, aunque parezca que te pide permiso.
Rosa Olivares: Cuando hago una entrevista a una persona como usted, conocida en todo el mundo, una de las fotógrafas más importantes de la actualidad, y leo todo lo que se ha escrito sobre ella, todas sus entrevistas, pienso que es un absurdo, que no hay nada nuevo que le pueda preguntar….
GI: ¡Pienso lo mismo! Siempre que me entrevistan lo pienso, yo digo lo mismo. Todos me preguntan lo mismo.
RO: Puede ser porque todos parten de la admiración, del conocimiento de una obra icónica como la suya, pero no deja de ser obra antigua, de hace décadas, aunque usted sigue haciendo fotos, obra nueva.…
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