Rubén H. Bermúdez (Móstoles, Madrid; 1981) publicó en 2017 el fotolibro Y tú, ¿por qué eres negro?, en el que a modo de ensayo trazó la lucha antirracista de la cultura negra en España. Desde otro punto de vista más íntimo y cotidiano, en 2021 retomó el proyecto con A todos nos gusta el plátano, un documental compuesto por voces, cuerpos y vidas diferentes que se van entremezclando (las de Ebebe Miranda, Oumoukala Sow, Ken Province, Nadia y Hannah, Chumo Mata, Agnes Essonti y Sofía Perdomo). Tras su paso por la Documenta de Madrid 2021, donde se alzó con tres premios, ahora se encuentra disponible en Filmin. Con su película como base, hablamos de su génesis, la necesidad de reír o la calidez de la comunidad.
Héctor Tarancón: El documental comienza con un corto mudo, Danse espagnole de la Feria Sevillanos, que los hermanos Lumière filmaron en la Exposición Universal de París de 1900. Ahí se ve a un bailaor negro incluido en la cultura española como uno más. ¿Es este inicio una declaración de intenciones sobre la inclusión de los afrodescendientes?
Rubén H. Bermúdez: No lo sé, me pareció una buena forma de comenzar. Al comienzo del proyecto intenté documentarme sobre la relación entre cine español y negritud. Lo primero que hice fue pedir ayuda al historiador Antumi Toasije. En uno de sus mails me mandó una lista de películas que comenzaba con este corto de 1900. Empecé a leer sobre él y creí que funcionaría como introducción.
El racismo ha modelado el mundo durante siglos y ahora el mundo es racista como lo fue ayer y como lo será mañana
HT: En ese corto el hombre negro no es visto como un “otro” o está invisibilizado. A pesar del tiempo transcurrido, todavía se ven muchos casos de racismo, como la escena del metro de Madrid del documental. ¿A qué atribuyes esta falta de empatía y la constante presencia de la violencia?
RB: Creo que precisamente por el tiempo transcurrido: el racismo ha modelado el mundo durante siglos y ahora el mundo es racista como lo fue ayer y como lo será mañana. Creo que hay que dejar de pensar en el racismo como un asunto solamente de empatía, moral e individual, o de casos aislados. Sus violencias operan de múltiples maneras y de forma estructural.
Si te digo la verdad, me da pereza opinar sobre el racismo, agota.…
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