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Laia Estruch: “La voz es el cuerpo performativo máximo”

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Laia Estruch, Crol, 2019. Foto: Anna Fàbrega.

Conversamos con Laia Estruch (Barcelona, 1981), a través de una pantalla de zoom, con la promesa de que el próximo encuentro será en carne y hueso. Su voz nos deja esa presencia que la pantalla no llena, la conversación está repleta de aullidos, sonidos guturales y reinterpretaciones sonoras de piezas anteriores. Tanto es así, que al finalizar la entrevista pensamos que bien podría haber sido un podcast para compartir con los y las lectoras la performance que acabamos de presenciar. A partes iguales, Laia agita y acuna, su voz es tan profunda como su manera de pensar y sus metodologías de trabajo.

Berta Gutiérrez: Laia, acabas de recibir el “Premi ciutat de Barcelona” de 2021. Entendemos que este reconocimiento refleja una tendencia a concebir las artes visuales desde una lectura más fluida donde lo performativo, lo visual y lo escultórico convergen. ¿Qué significa para ti este premio? ¿Cómo vives este proceso de habitar territorios difusos?

Laia Estruch: Aunque el premio me lo han concedido por el proyecto Ganivet (2021), para mí es un reconocimiento a mi trabajo y mi investigación. Creo que he sido premiada como persona que no ha abandonado, que ha perseverado en una investigación y que no se ha fijado en temas que estaban “de moda” sino que ha seguido un recorrido diferente. Después de presentarme a varios certámenes y residencias, me di cuenta de que quería emplear ese tiempo en crear y decidí autoproducir mis piezas. Esto me ha dado mucha libertad pero también ha sido un proceso muy solitario; me ha aislado un poco de otras prácticas, de compañeros y compañeras y de espacios de Barcelona dedicados a las artes visuales. Mi trabajo es ruidoso, y yo necesito sentirme libre de no molestar a nadie, para poder articular pruebas de voz y de producción sonora con las piezas. Y esta forma de trabajar a puerta cerrada siempre ha estado fuera del “circuito”. Para mí este premio significa que han valorado todo este proceso, el tiempo en el que yo decía que estaba en mi “cueva”, momentos en los que tenía miedo de no estar cuidando mi relación con el resto de espacios de artes visuales o de la performance. Estoy muy contenta con el premio, están reconociendo a una persona que se sale de los parámetros de la excelencia, y es una forma de afirmar que no todos y todas tenemos que hacer el mismo recorrido.…

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