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Entrevista a Cristina García Rodero: Hasta que el cuerpo aguante

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Fiesta
Un grupo de hombres celebran el Christopher Street Day (el día del orgullo gay) en Hamburgo (Alemania). Foto: Cristina García Rodero

Cuando ves a esta mujer de aspecto sencillo, más parecida a un ama de casa que a una aventurera tipo Indiana Jones, lo último que te imaginas es que esos artistas de renombre internacional, casi míticos, la idolatren como la mejor fotógrafa en el complicado terreno del reportaje fotográfico. Imaginarte a esta señora de Puertollano, Ciudad Real, en un festival erótico en el desierto de Nevada es prácticamente imposible para aquellos que no la conozcan. Cristina García Rodero ha sido la primera mujer que ha ganado el Premio Nacional de Fotografía (1996) en España, pero ya antes había ganado en Nueva York el Premio Eugene Smith de Fotografía Humanista (1989), el Premio Dr. Erich Salomon de la Deutchen Gellschaft Fur Photographie de Colonia (1990) y el Primer Premio World Press Photo en la categoría de Arte (1993). Ha sido muchas veces, en muchas cosas y en muchas situaciones la única, y casi siempre, en todo lo que concierne a su pasión, que no es otra que la comunicación a través de la imagen fotográfica, la primera. Como por ejemplo ser la primera mujer española que entra a formar parte de la Agencia Magnum de fotografía, una meta que muy pocos han alcanzado entre los mejores fotógrafos del mundo.

Le ha costado ser reconocida por otros muchos fotógrafos españoles que, tal vez, influidos porque es mujer, porque es aparentemente sencilla y asequible, no la han considerado de igual manera que desde el extranjero, donde realmente se la ha valorado profesionalmente desde hace ya mucho tiempo. Pero también ha sido pionera, la primera, en conseguir que la valoración de un fotógrafo formalmente incluido en lo que se denomina como foto de reportaje, documentalismo, entre en el territorio de los artistas actuales. Su presencia en la Bienal de Venecia de la mano del creador del concepto de “comisario”, Harald Szeemann, sin duda fue un hito no sólo para su carrera sino para la evolución de la consideración de la fotografía documental en España. Cristina García Rodero es un compendio de difícil explicación, pues reúne no sólo aspectos dispares sino claramente opuestos. Pero sobre todo es lo que se dice: una artista carismática, adorada y admirada por un público que observa sus imágenes con absoluta veneración. Porque sin duda Cristina sabe conectar con el público, con el individuo aislado o en grupo. Y no sólo lo hace cuando se cuela en una fiesta popular o en un entierro, entre los protagonistas de los espectáculos eróticos o en unas fiestas rituales de Haití.…

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