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Una cuestión de cuerpos.

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Paz Errázuriz. Ojos que no ven, 2019. Fotos: cortesía de la artista

Deconstruyendo identidades capacitistas

Empezando…

Somos cuerpo. En el baile de la vida existe un amasijo de cuerpos. Unos danzan con otros, mientras unos pocos, se quedan sin bailar, son segregados, excluidos, discriminados, humillados…, quedándose en las periferias, en los márgenes. Todos estos cuerpos, alejados de lo normativo, de lo estadísticamente normal, se van configurando como una serie de identidades sexo-género capacitistas que retroalimentan esta filosofía de la segregación de aquello diferente, de aquello diverso.

Diversidad funcional

En el año 2001 nace la comunidad virtual denominada “Foro de Vida Independiente”, que en 2009 se transforma en “Foro de Vida Independiente y Divertad (FVID)”. Esta comunidad virtual de habla hispana se constituye en una organización horizontal, sin ser una estructura articulada, donde no hay jefes, sueldos, subvenciones… En cierto modo podríamos decir que dentro de lo que es el mundo de la “dis-capacidad”, dicha comunidad tiene un gran parecido al movimiento del 15M surgido en 2011.

El FVID ha sido un verdadero movimiento social transgresor dentro del mundo de la discapacidad. Nació en el año 2001 y en el año 2005 empezó a usar la nueva denominación de “diversidad funcional”, creando al mismo tiempo un nuevo paradigma: el “modelo de la diversidad” y las “teorías éticas del reconocimiento de la diversidad”.

Disidencias lingüísticas. No solo una cuestión terminológica

En el proceso de lucha por una transformación hacia una realidad más humana y respetuosa con la dignidad de las condiciones (humanas) diferenciadas y estigmatizadas a lo largo del tiempo, crear nuevos conceptos se convierte en algo muy importante como punto de partida. Por un lado, la apuesta es realizar un cambio terminológico, que proporcione nuevas epistemologías como es el ejemplo del concepto de “diversidad funcional” o el de “herstory”, o el concepto de “divertad”.

El término de “diversidad funcional” nace de la mano de dos destacados Activistas en el Movimiento mundial de Vida Independiente y de la perspectiva de Derechos Humanos en España, Manuel Lobato Galindo (1958-2009) y Javier Romañach Cabrero (1962-2018), como un esfuerzo por transformar la convivencia entre las personas con y sin diversidad funcional. Pasar de un lenguaje que fomenta una cultura de violencia a otro que garantiza una cultura de paz, a través de las palabras o lenguajes de la paz, se hace prioritario a la hora de intentar romper con aquello simbólico y cultural que se materializa en una discriminación sistemática y constante contra las personas que se encuentran en situación de diversidad funcional.…

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