Lo queramos o no, los cuerpos se tocan en esta página, o bien ella misma es el punto de contacto (de mi mano que escribe, de las vuestras que sostienen el libro). Este tocar es infinitamente indirecto, diferido —máquinas, transportes, fotocopias, ojos, otras manos, incluso, se han interpuesto—, pero queda el ínfimo y rebelde grano, tenue, el polvo infinitesimal de un contacto por todas partes interrumpido y por todas partes reanudado. Al final, vuestra mirada toca los mismos trazos de caracteres que toca ahora la mía, y vosotros me leéis, y yo os escribo. En alguna parte, eso tiene lugar.1Jean-Luc Nancy, Corpus (Madrid, Arena Libros, 2003), p. 39.
Jean-Luc Nancy
Esa parte es, ahora, aquí. Eso tiene lugar en esta revista, como antes, tiempo atrás, tuvo lugar en otras. A principios de 1973, Marven, una estudiante de doctorado de la Universidad de Kassel (República Federal de Alemania), recibe por correo postal un volumen (Fall, 1972) de la revista Avalanche, editada en Nueva York. En la cubierta, un artista de aspecto excéntrico fuma un cigarrillo. En su interior, se reproducen fotografías en las que éste, desnudo, muerde varias partes de su propio cuerpo hasta dejar las marcas de su dentadura sobre su piel. Marven había visto a ese tipo pocas semanas antes en una gran exposición celebrada en su ciudad. Ahora, al abrir la revista, aparece desnudo entre sus manos. En esas mismas fechas, Hans, un profesor de arte de la Universidad de Iowa (Estados Unidos), retira de su buzón el número 6 de la revista alemana Interfunktionen. En su portada, la fotografía de un escultor con el torso descubierto que escupe agua por la boca. Hans saca la revista del sobre y recorre con las yemas de sus dedos las páginas de papel rugoso, que todavía huelen a imprenta. En otoño de 1973, un artista catalán llamado Antoni ha conseguido reunir varios números de la revista arTitudes, editada en París. En la portada del número 1 (octubre de 1971), un hombre se agarra con fuerza a un muro de, aproximadamente, un metro de altura mientras los empeines de sus pies reposan sobre otro muro paralelo: su cuerpo queda suspendido entre ambos, su espalda se arquea, su vientre se acerca al suelo. El titular de la portada reza: “Le corps, matériel d´art”. Esta revista, junto a las mencionadas más arriba y a otros libros y publicaciones periódicas, estuvo a disposición de los asistentes a la exposición que Antoni organizó en Tarragona a finales de año.…
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