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Musée Précaire Albinet

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Thomas Hirschhorn. Musée Précaire Albinet, Opening, week Joseph Beuys, 2004. Courtesy the artist and Les Laboratoires d’Aubervilliers, Aubervilliers

Thomas Hirschhorn

El 19 de abril de 2004 se inauguró en Aubervilliers, en las afueras de París, el Musée Précaire Albinet. Se trataba, en efecto, de una precaria construcción ubicada en la Rue Albinet frente al centro vecinal Maison Rosa Luxemburg y cercana a la Biblioteca Paul Éluard. A pesar de lo que puedan sugerir estas referencias, Aubervilliers es un barrio periférico azotado por numerosas tensiones sociales, sin apenas servicios y mal comunicado con el centro de la ciudad. Bajo estas condiciones era previsible que en 2007 Aubervilliers se convirtiera en uno de los focos de las revueltas callejeras que provocaron una extraordinaria atención mediática sobre la malaise des banlieues.

El Musée Précaire Albinet fue un proyectado ideado por Thomas Hirschhorn —que tenía su estudio parisino en las cercanías del solar escogido— para Les Laboratoires d’Aubervilliers, un prestigioso centro de investigación y producción dispuesto a participar en una arriesgada aventura: trasladar al Museo Precario una serie de obras canónicas de la historia del arte occidental del siglo XX para hacerlas reverberar en el entorno del barrio. Las negociaciones —recogidas con detalle en un excelente volúmen1Thomas Hirschhorn. Musée Précaire Albinet. Quartier du Landy, Aubervilliers, 2004, Éditions Xavier Barral y Les Laboratoires d’Aubervilliers, París, 2005.— se alargaron a lo largo de todo el año 2003 hasta cerrar los acuerdos que permitieran utilizar los fondos de la colección del Musée National d’Art Moderne y del Fonds National d’Art Contemporain para desplazar obras originales de Marcel Duchamp, Kasimir Malevich, Piet Mondrian, Salvador Dalí, Joseph Beuys, Andy Warhol, Le Corbusier y Fernand Léger hasta la discreta y pobre arquitectura del barrio periférico. El museo se concibió para la presentación de ocho exposiciones sucesivas de una semana de duración, entre el 19 de abril y el 14 de junio de 2004. Ese corto espacio de tiempo representaba el cénit del proyecto, pero también eran cruciales otros muchos momentos y elementos del proceso: los encuentros previos con los habitantes de la zona, la ejecución arquitectónica del museo por jóvenes del barrio, la formación de un equipo de Guardianes encargado de trasladar las obras con todas las garantías necesarias, el desarrollo de todos los eventos y actividades durante los periodos de exposición, el desmontaje del museo y la tómbola de todos aquellos materiales y objetos recuperables entre los vecinos una vez cerrado el corto e intenso periplo del peculiar museo. Todos y cada uno de estos ingredientes representaban fases distintas de un único objetivo: la realización utópica de una práctica artística concreta2Thomas Hirschhorn, “À propos du Musée Précaire Albinet, À propos d’un travail d’artiste dans l’espace public et à propos du rôle de l’artiste dans la vie publique”, en Le Journal des Laboratoires, n.

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