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Entrevista a Cecilia Fajardo-Hill

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Alfredo Jaar. Vistas de la instalación The Geometry of Conscience (La geometría de la consciencia), 2010. Santiago de Chile, Chile. Cortesía del artista

Mujer, clase y género

JOSÉ: No creo que haya duda de que la exhibición Radical Women (Mujeres radicales), que hace poco presentaste conjuntamente con la historiadora del arte argentina Andrea Giunta, ha significado un parteaguas para el campo, en tanto logró rescatar y mostrar un grandísimo número de artistas mujeres notables que habían estado en el casi anonimato durante la última parte del modernismo. Soy testigo no solo del grandísimo esfuerzo de años y años de trabajo que significó esta investigación para ti y Andrea, sino también del impacto que ha comenzado a tener a lo largo del continente a pesar de que solo fue al Brasil (Pinacoteca de São Paulo) después de presentarse en los Estados Unidos.

Sin embargo, me gustaría pensar que esta muestra es un punto de partida y no punto de llegada: si bien permitía ver en bloque a un número de artistas debido a la similitud de sus prácticas, por definición no podía ahondar en las trayectorias particulares de cada una de ellas —de las maneras particulares como buscaron insertarse en el gran diálogo del arte con sus lenguajes radicales—.

El “canon” de arte latinoamericano, sobre todo en las artes visuales, está en su mayoría hecho por gente de clase media, media alta y ricos

Uno de los puntos quizá más sentidos para mí fue constatar que la gran mayoría de ellas pertenecían a clases sociales muy privilegiadas en la región, quienes debido a esa posición lograron estar en contacto con movimientos internacionales y corrientes que provenían de Estados Unidos o de Europa, que incluía el feminismo mismo, que tuvo siempre recepción fracturada en la región en aquel entonces, ya que por momentos se entendió como una ideología “del norte” que debía ser resistida en la lucha antiimperialista. Esto, lamentablemente, no solo confirma lo que siempre hemos sabido: que el “canon” de arte latinoamericano, sobre todo en las artes visuales, está en su mayoría hecho por gente de clase media, media alta y ricos —y me incluyo claramente en ella—. Tiene sentido que, en una región tan machista, las pocas que pudieron romper los moldes vinieran de las partes de la sociedad más pudientes. Entonces, ¿cómo crees que podría insertarse el problema de clase con respecto a la inflexión de género que tu trabajo ha venido haciendo? ¿Qué significaría llegar a articular un horizonte de género más “interseccional” para el campo?

CECILIA: Mujeres radicales: Arte Latinoamericano, 1960-85 (su título original Radical Women: Latin American Art, 1960-85) se enfocó sobre el tema de la radicalidad: política, social, sexual, y sobre la experimentación artística de mujeres artistas en el contexto de regímenes políticos opresivos y el patriarcalismo tanto de la sociedad como del sistema del arte.…

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