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La percepción estética de las arquitecturas a través de la fotografía

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Jeff Wall. Morning Cleaning, Mies van der Rohe Foundation, Barcelona, 1999. Courtesy of the artist.

Desde hace algunos años asistimos a una proliferación inusitada de exposiciones que toman como motivo la arquitectura, filtrándola a través de las técnicas y los dispositivos propios de la fotografía, pero sin disimular sus aspiraciones a ser valoradas como obras de arte. Aunque a primera vista esto parece algo novedoso, sólo parcialmente lo es, ya que la presencia de las arquitecturas en la fotografía se advierte casi desde los primeros momentos de su invención decimonónica. En cambio, lo que, efectivamente, resulta llamativo no es sólo que este género artístico se haya propagado tanto, sino, sobre todo, que esté impulsando una de las líneas de fuerza más potentes en la producción artística.

En esta dirección, las fotografías, que originariamente se limitaban en sus formatos e intenciones a dejar constancia de la existencia de ciertas arquitecturas, a menudo en desuso o en estado de ruina, operan después como un metalenguaje sobre la percepción y la experiencia estética de las arquitecturas pasadas y, sobre todo, modernas y contemporáneas. O, en otras palabras, si en principio no aspiraban sino a satisfacer funciones documentales, con el correr del tiempo son enarboladas en su condición de obras de arte mediadas por el aparato fotográfico.

En este desplazamiento del documento hacia la obra artística acaecen numerosos cruces que tienen que ver tanto con las influencias que ejercen las fotografías de arquitecturas sobre los inventarios del patrimonio, las guías de turismo, los materiales para nuevos proyectos, es decir, con el carácter de documento, como con la recepción de los respectivos referentes o, lo que es lo mismo, con la mediación estética que procuran las técnicas fotográficas. Hemos asistido, por tanto, a un deslizamiento de la fotografía en cuanto técnica de una supuesta reproducción objetiva de las arquitecturas por ella captadas a una fotografía de las arquitecturas como un arte que las dota de ciertas valencias auráticas y funciones abiertamente artísticas.

Illustration
Philip Henry Delamotte. Reconstruction of the Crystal Palace at Sydenham, 1854.

La reproducción de las arquitecturas es deudora de la percepción a través del aparato fotográfico que las toma como motivo, pero, a su vez, esta mediación revierte sobre las experiencias estéticas de las obras mismas, de los referentes construidos que encontramos en la realidad o los que se proyectarán en el futuro. Algo que puede verificarse en ciertos hitos del Movimiento Moderno y, todavía más, en las arquitecturas de ascendencia “minimalista”, pero que se extiende a la de cualquier periodo.

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