post_type:texto_central
Array ( [0] => 116917 [1] => 116944 [2] => 116963 [3] => 117010 [4] => 117052 [5] => 117070 [6] => 117121 [7] => 117155 [8] => 117200 [9] => 117178 [10] => 117221 [11] => 117235 [12] => 117253 ) 1
size_articulos_ids: 13
Current ID: 117200
Current pos: 8
Articulo anterior: Máximo González
Articulo siguiente: Jordi Teixidor
prevID: 117155
nextID: 117178
anterior

Francis Alÿs: Cuando la fe mueve montañas

siguiente

La III Bienal Iberoamericana de Lima tuvo lugar en 2002, apenas un año y medio después de la caída del régimen de Alberto Fujimori. Dos ediciones anteriores se habían celebrado en 1997 y 1999. Esta tercera, sin embargo, que estaba convocada para el 2001, llegó con un año de retraso debido a las tensiones de una sociedad en transición, que intentaba dejar atrás una década de abusos de poder y corrupción. La Bienal abrió así sus puertas en una Lima turbulenta para convertirla, durante seis semanas, en un pequeño oasis del arte latinoamericano e internacional. Entre los artistas participantes en esta última edición estaban Allora & Calzadilla (Puerto Rico), Fernando Bryce (Perú), Tania Bruguera (Cuba), Pepón Osorio (EE UU /Latino), Rogelio López Cuenca (España), Javier Téllez (Venezuela) y Francis Alÿs, que presentó su obra Cuando la fe mueve montañas.

When Faith Moves Mountains (Cuando la Fe Mueve Montañas), April 11, 2002. Lápiz, oleo, pintura en spray y cinta de carrocero sobre vitela 27,9 x 35,9 cm. Cortesía David Zwirner, Nueva York/Londres.

Para la coordinación de este proyecto, Alÿs, belga de origen pero residente en México desde mediados de los años ochenta, contó con la ayuda del comisario y crítico Cuauhtémoc Medina y con Rafael Ortega, que ha trabajado con el artista en numerosas ocasiones. Cuando la fe mueve montañas es, sin duda, una de las creaciones más ambiciosas de Alÿs y también una de las que más resonancia ha tenido. Para su realización eligió un suburbio empobrecido del distrito de Ventanilla situado a una hora y media de la capital. Un suburbio que, como tantos otros, carece de infraestructuras mínimas, con un sistema eléctrico precario y sin apenas agua corriente. En él, de la noche a la mañana, florecen esas casuchas de paredes y techos de cartón, pedazos de metal, madera o plásticos, donde habita la inmigración más pobre. Ventanilla es además un suburbio construido entre las grandes dunas de arena que rodean a la geografía limeña.

No hay nada contemplativo o romántico en el arte de Francis Alÿs

El 11 de abril de 2002, unos quinientos voluntarios, la mayoría estudiantes universitarios procedentes de la capital, fueron congregados en una de esas dunas. Al llegar a su cita se les entregó una pala y se les pidió que formaran una única línea recta de casi quinientos metros. En este caluroso día primaveral, y a pleno sol, su tarea era tan banal como extravagante.

Este artículo es para suscriptores de ARCHIVO

Suscríbete