La escritora Helen Lewis, que vive en Londres y trabaja para la revista estadounidense The Atlantic, redactó hace poco un artículo titulado “Where Are the Iconic COVID-19 Images?” (¿Dónde están las imágenes icónicas de la COVID-19?). En el artículo, Lewis partía de la premisa de que, a diferencia de lo ocurrido con el 11-S o la crisis de refugiados del Mediterráneo, no conseguía encontrar una fotografía vívida de la pandemia del coronavirus que le ayudara a recordar la sucesión de acontecimientos de los doce meses anteriores. Se plantea cómo vamos a recordar la pandemia si carecemos de imágenes fotográficas clave que perduren en nuestra memoria. Las revistas, así como los medios de comunicación generales, han publicado numerosos retratos fotográficos de gente que trabajaba en primera línea de pandemia, tal y como personal médico, auxiliar o de enfermería. Sin embargo, la COVID-19 no se aprecia a simple vista; solo se ven sus consecuencias: cuerpos encamados y conectados a respiradores o gente con mascarilla.
Cabe plantearse la misma pregunta acerca de los cuatro años de la presidencia de Trump. ¿Qué imagen fotográfica reflejaría el caos de ese periodo?
¿Es posible que Lewis se estuviera equivocando de pregunta? La autora da por sentado que únicamente las fotografías tomadas en una época determinada pueden reflejar ese momento en particular. Esa es una visión fotoperiodística del mundo: solo una imagen sobrevivirá y se convertirá en la estampa icónica que definirá la historia y, además, ese tipo de fotografía siempre habla del pasado y no puede predecir acontecimientos futuros. Vivimos en una temporalidad diferente. Apenas hay tiempo para encontrar o valorar qué fotografía puede distinguirse entre los millones de imágenes que se han tomado y mostrado en distintas plataformas a lo largo del último año y convertirse en la imagen emblemática de la época.
Cabe plantearse la misma pregunta acerca de los cuatro años de la presidencia de Trump. ¿Qué imagen fotográfica reflejaría el caos de ese periodo? Quizá nos venga a la cabeza la fotografía de Trump sosteniendo la Biblia a la entrada de la iglesia episcopal de St. John, en Lafayette Square, Washington D. C., el 1 de junio de 2020. Esa oportunidad fotográfica surgió cuando la policía militarizada empleó gas lacrimógeno para dispersar a la multitud que se manifestaba pacíficamente en contra del asesinato de George Floyd.…
Este artículo es para suscriptores de ARCHIVO
Suscríbete