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El tiempo de la miniatura

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miniatura

Corinne May Botz. Burned Cabin, The Nutshell Studies of Unexplained Death series, 2004. Courtesy the artist.

La miniatura no se ata a un tiempo histórico vivido. A diferencia del mundo metonímico del realismo, que intenta borrar la diferencia entre el tiempo de la vida cotidiana y el tiempo de la narrativa al situarlos perfectamente uno sobre otro, el mundo metafórico de la miniatura hace a la vida cotidiana absolutamente anterior y exterior a sí misma. La reducción en escala que presenta la miniatura distorsiona las relaciones temporales y espaciales del mundo cotidiano, y como un objeto que se consume, la miniatura encuentra que su “valor de uso” se transforma en el tiempo infinito de la ensoñación. Esta capacidad de la miniatura de crear un tiempo otro, un tipo de tiempo transcendente que niega el cambio y el flujo de la realidad vivida, podría verse en funcionamiento en proyectos como el Museo de Arte en Miniatura que fue distribuido por el Club del Libro del Mes en 1948. Aquí el Metropolitan Museum, esa insistente negación de la historia y el contexto, es reducido a una serie de imágenes en sellos que pueden ser pegadas en un libro. Los sellos se presentan en un orden de categorías y lugares aparentemente aleatorio –Miguel Ángel, Robert, Homero, Carnevale, Goya, Rembrandt, Fragonard; Italia, Roma, Francia, Etruria, Egipto, y China. Los álbumes G y J contienen, respectivamente, “el Antiguo Testamento en el Arte” y el “Nuevo Testamento en el Arte” y la posibilidad de despegarlos presenta incluso más ocasiones de manipulación. En este reseñable fenómeno podemos encontrar entonces al menos tres grados de distanciamiento de la vida cotidiana: la distancia entre la obra de arte y lo que significa (en sí misma no necesariamente “representacional”), la descontextualización de la obra de arte dentro del contexto del museo, y el traslado de las limitaciones físicas del museo a una serie casi infinita de posibles organizaciones y recontextualizaciones. Como ocurre con el mundo en miniatura de la enciclopedia, donde el “arbitrario” orden alfabético sustituye al aparente desorden de la historia, este “museo de arte en miniatura” existe en un tiempo particular que tiene sus propias fronteras.

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Corinne May Botz. Three Room Dwelling (baby’s crib), The Nutshell Studies of Unexplained Death series, 2004. Courtesy the artist.
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Corinne May Botz. Blue Bedroom, The Nutshell Studies of Unexplained Death series, 2004. Courtesy of the artist.

Es interesante que pueda haber una relación fenomenológica real en la correlación entre la experiencia de la escala y la de la duración.

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